Publicado en Gestión estratégica el 4 de octubre de 2013
La mayoría de las empresas son conscientes de que contar con una plantilla con talento supone una ventaja competitiva, pero son pocas las que confían plenamente en la efectividad de sus programas de gestión del desempeño o gestión del talento. Así lo demuestran los resultados del “Estudio mundial sobre gestión del desempeño 2013”, elaborado por la consultora Mercer, que revela que sólo el 3% de las compañías afirma que sus sistemas de gestión del desempeño les aportan un valor excepcional. Diseñar un plan verdaderamente exitoso sigue siendo un reto para la mayoría de las organizaciones. Éstas son las cuatro claves para conseguirlo:
1. Potenciar y mejorar las habilidades de los mandos intermedios. Deben ser capaces de entablar conversaciones francas con sus colaboradores y fijar objetivos específicos, medibles, ambiciosos pero alcanzables, relevantes y acotados en el tiempo, así como proporcionar feedback, evaluar el desempeño y vincularlo con decisiones importantes de la gestión del talento como la compensación, el desarrollo y la carrera.
2. Asegurarse el compromiso de los directivos. Este factor marca la mayor o menor efectividad de los programas de gestión del desempeño. Los directivos deben dedicar tiempo y esfuerzos a fijar reuniones cara a cara para discutir el desempeño de los empleados, planificar objetivos para mejorarlo y medir los resultados del equipo.
3. Implantar procesos de calibración. Son medidas para evaluar mejor la cualificación de sus mandos intermedios y para valorar en términos relativos el desempeño de cada equipo o unidad. Las organizaciones que cuentan con procesos de calibración tienen mandos intermedios más cualificados para la gestión de personas y pueden evaluar rendimientos con más precisión y equidad, tienen más conciencia de la importancia del talento e identifican mejor las oportunidades de desarrollo individual en su plantilla.
4. Utilizar tecnología de soporte. El 40% de las organizaciones que participaron en el estudio utilizaba tecnología en sus procesos. Y, aunque la tecnología por sí sola no garantiza el éxito de un programa de gestión de desempeño, facilita a las partes interesadas el acceso a datos precisos y útiles.
Una correcta gestión del desempeño hará que sus empleados se centren en los objetivos estratégicos de su empresa, a la vez que les ayudará a orientarse mejor en su trabajo y conseguir mejores resultados. No dude en revisar las prácticas que haya puesto en marcha sobre esta materia en los últimos años. En ellas puede estar la clave para obtener un mayor rendimiento de su programa de gestión del desempeño.