El rio Nuridpe, es un rio negro y pedregoso que cruza dos reinos enemigos, en el nordeste de la región de Dracunia, cerca de los valles del Olsen y la región de los volcanes, es toda una maravilla aquel riachuelo, impávido e indiferente divide el territorio compartido entre la ciudad de Eufres y la ciudad de Mellesias, la extensión del rio no ha podido ser determinada puesto que ningún sabio puede pasar del territorio de una ciudad a la otra, y regresar con su cabeza sobre el cuello, nacido en un páramo entre las montañas de Nieblanegra y el cráter Gonodon de Kadsos, este rio sirve de límite entre los territorios de ambas ciudades y alimentaba antes, también a sus plantaciones, en especial las de primavera y verano que alcanzaban casi un niveles industriales para luego desaparecer durante invierno y otoño.
Eufres y Mellesias, eran enemigas desde hace más tiempo de lo que sus ciudadanos podían recordar, todos sabían que se odiaban, pero ninguno de ellos sabia porque razón, ni siquiera los más viejos, todos sabían también que antes de las guerras del trono, hacía el final de la era de los elfos, ambas ciudades eran parte del mismo reino, el Eurogron, famoso por ser uno de los más extensos reinos, para ser exactos, el 4º reino más extenso de toda Dracunia, pero como todo lo que tiene éxito, existía un problema con el gran reino, el día que Eurogron se consolido como una nación bajo el mando del rey Nierls, dos ciudades se presentaron como aspirantes a ser las capitales del nuevo imperio, dos ciudades rivales, como Nierls era un rey sabio, estableció que ambas ciudades serían las capitales del reino y pretendió unirlas con un gran puente sobre el rio, hecho que por cierto fue motivo de burla entre los demás reinos del mundo antiguo, se decía que el rey Niels estaba loco, que contrajo el mal de Iorgk o que había sido embrujado por los magos negros de los bosques primigenios de kadsos, lo cierto es que nada era cierto.
El rey Nierls fue recto, honesto y gobernó con espada firme sus vastos territorios, el imperio floreció bajo su reinado, se decía que cuando la luna abandonaba una esquina del reino, se asomaba en la otra, esto deja ver lo extenso que fue en algún tiempo el país ahora dividido en dos ciudades, cuando el rey escogió a su esposa tuvo que elegir entre una extranjera, ya que si escogía una mujer de alguna de las ciudades antes enfrentadas, renovaría sus lasos de eterno odio, las malas lenguas diseminaron como una diáspora todo tipo de terribles historias respecto de su casamiento, se decía que dividiría a su reina en una mitad vertical y enviaría una parte a cada una de sus capitales, lo que realmente ocurrió fue de lo más ordinario, el rey no separo ningún cuerpo en su boda real, solo el del pavo de aquel festín, inclusive 3 años después tuvo dos hijos con su reina, una niña llamada Azura, y un barón llamado Ergóales, la vida transcurrió sin sobresaltos en Eurogron por muchos años, luego a los 86 años el rey murió, tres meses después también lo hizo su inseparable compañera, en circunstancias muy misteriosas, Ergóales tomo el trono que por derecho le correspondía e instauro la capital de todo el reino de Eurogron en Mellesias, pues él había vivido hay durante casi toda su juventud, en cambio Azura, descontenta con la sucesión del trono y la arrogancia de su hermano al cambiar las dos capitales por solo una de su preferencia, decidió confabularse con políticos de la ciudad de Eufres para incitarlos a una rebelión que triunfo y que termino con la división del Reino de Eurogron en dos estados, pero de eso ya hace más de 500 años.
La guerra ha sido constante, lleva tantos años que su gente no sabe por qué lucha, solo sabe que debe hacerlo, luego de la muerte de la princesa Azura le sucedieron 7 reinas más, igual situación se presentó en Mellesias luego de que Ergóales muriera, la guerra arraso ambos estados y sus vecinos se encargaron de ampliar sus solares a costa de aquellas ciudades, que desde entonces degradaron sus tropas en número y fuerza, a razón de los continuos años en guerra, un país que se extendía de costa a costa, se redujo con el paso del tempestuoso tiempo a un par de islas en tierra firme, que se mantenían belicosas e ignorantes. Los ciudadanos no cuestionan nada, nunca preguntan porque? y mucho menos se interesan en el futuro, yo que soy viajero y se de templos y reinos, de coronas y tierras, he encontrado en el centro de este rocoso continente el que con casi toda seguridad, es el conflicto humano más antiguo que jamás ha existido, si el día de hoy alguien me preguntara porque nuestra raza está al borde de extinguirse, le diría que visitara las capitales del antiguo Eurogron, que son toda una tragedia, una deuda con la justicia y el progreso, ciertamente la mayor pérdida para la humanidad.
Al cumplirse los 150 años desde que inicio la guerra, ya se había acabado con los campos en las riveras del rio Nuridpe, de norte a sur en la frontera, la tierra enseñaba su lomo quemado por el sol y pintado por la sangre, de las murallas que se alzaban por sobre las nubes, impetuosas y serenas, no queda más que arena y roca, el puente esmeralda o puente de la unión fue destruido o se intentó hacerlo, puesto que su tamaño descomunal, nunca permitió deshacerse del el completamente, era una de las obras más extraordinarias y simbólicas que se hayan construido en los tiempos del alto imperio, en la época de las 200 razas.
Eufres la ciudad que brilla como el sol, no brilla en realidad, o tal vez no de la misma forma que antaño, ahora la iluminan sus techos blindados con láminas metálicas, como un faro en el día, su reflejo ciega a todo el que intente ver dentro, tales laminas no tienen más objeto que el de salvaguardar a los ciudadanos de las piedras que se arrojan desde el reino vecino, todos en esta pequeña urbe llevan un casco metálico de forma cónica, por lo que no me sorprende que tengan ya el cerebro recalentado como para ponerse a pensar en la paz, los metales de los que tanto hablo los proporciona el reino vecino de Glimesh, que capta casi todo el dinero producido en Eufres, vendiéndole el mineral aquel que les fríe los sesos, ciertamente son también ellos, quienes vende el carbón a Mellesias, la ciudad negra como las sombras, que dicho sea de paso ya no es negra por sus altos edificios, sino porque con el mineral se pintaron las paredes de los pocos que quedaban, también tiñeron su piel de melliseos orgullosos y guerreros, pintados para que las piedras que les arrojaban desde la ciudad vecina nunca les atinaran, el problema es que aquella pintura nunca les dejaba ver que eran todos iguales, por lo que nunca nadie pensaba en la paz.
Glimesh, es hoy un mega imperio con mando e influencia en cada esquina de Dracunia, los habitantes de aquella nación los Ferrumtros, eran otra raza humana caracterizada por su especial capacidad para dominar metales y minerales que extraían desde las entrañas profundas de la tierra, siendo malos guerreros promovieron el conflicto en Eurogron y lograron dividirlo en dos, los habitantes de esas dos ciudades son de la raza humana de los Zibures, aunque por su apariencia no corresponda catalogarlos igual, solo se trata de ilusión, ya que en el fondo los zibures son todos de la misma raíz y su atributo especial es el de camuflaje, así los zibures de Eufres se resisten a usar reflejos e ilusiones, claro que ninguno de ellos sabe por qué, solo saben que es una antigua ley del reino y los zibures de Mellesias que si usan esas capacidades, logran que de noche las calles se vean especialmente desiertas, aunque estén atiborradas de humanidad, puesto que todos con su color negro carbón se confunden con las sombras de esa ciudad y se transforman entonces, en una imagen de vorágine absorta y profunda.
Mi paso por estas tierras ha sido de solo 2 días, pero me basto para documentar lo necesario, si me pidieran una predicción acerca del futuro de estas dos ciudades, diría yo que no hay futuro, mientras sigan sin darse cuenta que son iguales, su destino es luchar hasta que su existencia sea solo una huella borrosa en la historia de esta árida tierra, con ellos probablemente desaparezcan los Glimeshas, que dependen de esta guerra para existir, sigo mi camino al sur del rio Nuridpe, dejando a tras a dos ciudades que siguen luchando, muriendo y esperando que una de las tres caiga.
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