Cuidado con la diversificación, también es riesgo

Analizando el argumento

La falacia de la diversificación comercial propone que por el solo hecho de multiplicar nuestra oferta de producto y servicios, o/y el número de mercados, se aumentará de forma sustancial el volumen o promontorio de negocio total. Este ad-entimema o proposición es incorrecta porque en primer lugar no se sigue de la premisa principal: “La multiplicación de productos y servicios incrementa la riqueza”, ninguna de las dos posibles premisas menores: “Yo multiplicaré mis productos y servicios” o “Yo soy rico”, por lo que se llega a una una conclusión falsa: “Por tanto seré rico” o “Por tanto he multiplicado mi oferta de productos y servicios”. Esto es evidente ya que no toda persona, sociedad u organización es rica por el solo hecho de haber diversificado y multiplicado su oferta de productos y servicios, por un lado, y por otro, porque las propias premisas que sostienen la proposición “Yo multiplicaré mis productos y servicios”, asumen que uno como individuo tiene la capacidad ilimitada de producción y por tanto de habilidades, así, una estrella del futbol como Cristiano Ronaldo, puede ser un gran científico como Issac Newton; algo que es muy poco probable de que ocurra.

La parte no nulifica el todo

Previamente, hemos abordado el tema del autoconocimiento y como es que reconociendo nuestra realidad podemos llegar a la conclusión de que más que limitados, tenemos una vocación o metalabor donde realmente podemos dar de los mejor de nosotros mismos al mundo, al tiempo que nos sentimos plenos y satisfechos con nosotros mismos . Si bien esto no contradice el planteamiento de que somos capaces de hacer muchas cosas, sino que captura una parte de esta proposición enfocándose solo en a relativa a los individuos y a la eficiencia de los resultados, quedando así: Todo ser humano tiene la capacidad de hacer muchas cosas, pero solo en algunas es realmente eficiente y capaz de ofrecer todo su potencial a la sociedad, y esto último es lo que realmente importa a la hora de llevar a cabo una profesión o trabajo.

La pandemia y en general todos los eventos que producen una crisis generan pánico o medrana en las personas dirigiéndolas a plantearse la posibilidad de crear nuevos productos o/y incursionar en nuevos mercados, aunque estos sean completamente exóticos a la misión del negocio. Tal como establecimos en el párrafo anterior, no nos oponemos a la capacidad infinita del ser humano, pero creemos que es poco conveniente para su propia satisfacción personal así como del beneficio de la sociedad que carezca de una misión clara y consistente, que de ninguna forma implica un limite, sino una prioridad.

Experiencias nacionales

Fuera incluso de un contexto de crisis, caterion o hipodinamismo, que limita los recursos de las personas y sociedades y puede servir de explicación frente a los fracasos de sus incursiones para diversificación, nos podemos encontrar con proyectos que incluso en circunstancias favorables, fracasaron en sus intentos de diversificación, tal es el caso de México y sus cientos de tratados comerciales fuera del antes TLCAN; ciertamente, puede haber muchas explicaciones relacionadas con la implementación política y el desarrollo económico para establecer por qué México ha fracaso en sus planes de diversificación comercial, no obstante, existe una constante no exclusiva de México, sino todos los países, independientemente, su grado de desarrollo, y es que gran parte de su comercio, sino es que el 80% de él se desenvuelve con los países de su entorno, sus vecinos. ¿Quiere decir que todos los países prefieren a sus vecinos sobre el resto del mundo?, esto no siempre es así, de hecho parece que siempre es lo contrario, las perores rivalidades se dan, precisamente, entre países vecinos, pero la proximidad geográfica condiciona muchas actividades comerciales, debido a que la proximidad significa menores costos y más eficiencia, hay una realidad que está por encima de todas nuestras preferencias y que aplica tanto a individuos como a sociedades y países, y lo mejor es reconocerla y aprovecharla.