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Cuidados de un gato recién nacido huérfano

Por Jgallego19
gato recién nacido

Alimentar a un gato recién nacido es un reto, pero también puede ser divertido y gratificante. Te mostramos algunas pautas a seguir cuando tengas que cuidar a un gatito huérfano.

Si estás seguro de que la madre del gato no es capaz de cuidar de él, enhorabuena… ¡tienes una nueva y desafiante responsabilidad!

Lo primero es determinar la edad que tiene el gatito antes de empezar a alimentarle. Los gatos abren los ojos generalmente entre los 7 y los 14 días de vida. Si los ojos aún están cerrados, el gato es muy joven y tienes mucho trabajo por delante. Afortunadamente, es un trabajo muy gratificante ver como estos pequeños gatitos crecen y prosperan.

Es recomendable que el veterinario le haga una revisión médica tan pronto como sea posible, para determinar su estado de salud y su edad. Cualquier problema de salud notable, como lesiones en la piel, párpados con costras o deshidratación, puede ser abordado por el veterinario, comenzando con el tratamiento adecuado.

Es triste que no todos los gatos y perros reciban los cuidados y la protección de su madre.

Cuidados en casa

Si estás comprometido a ayudar a un gatito recién nacido y convertirte en el sustituto de su madre, entonces tendrás que proporcionarle un hogar cálido y seguro. Puede usar una caja o un canasto pequeño con un montón de ropa de cama limpia y seca. Asegúrate de cambiar la ropa de cama con frecuencia para que nunca esté demasiado sucia.

Coloca la nueva “madriguera” en un lugar cálido y sin corrientes de aire. No la pongas muy cerca de la calefacción o el aire acondicionado. Una manta eléctrica debajo de la caja puede ser muy útil. Los gatitos deben estar en un ambiente con una temperatura de unos 33º C; supervisa la temperatura a su alrededor con frecuencia.

Una vez que alcance las dos semanas de vida estará mejor “equipado” para generar su propio calor corporal y la temperatura del aire del ambiente será menos crítica.

Alimentación

Para los gatitos muy pequeños tendrás que adquirir un sustituto de la leche y algunos productos de alimentación. Muchos veterinarios usan cuentagotas ordinarios o una pequeña jeringa como medio para darle el sustituto de la leche al gatito.

La mayoría de las tiendas de mascotas o clínicas veterinarias tienen biberones también, pero debes estar alerta si usas uno de estos biberones, ya que algunos gatitos no pueden aspirar el contenido a través de la pequeña tetilla. Es posible que tengas que apretar el biberón mientras que el gatito tiene la tetilla en la boca. También debes calentarlo un poco poniéndolo bajo el grifo con agua caliente.

gato bebiendo de un biberón

Si acabas de adoptar al gato hace sólo unas pocas horas, una solución a corto plazo sería la de mezclar una yema de huevo con una lata de leche evaporada (asegúrate de que no es leche condensada azucarada). Esto sólo es una “solución  temporal” y sólo debe ser utilizado por un par de tomas.

En las primeras comidas, los gatitos probablemente sólo consumirán unos pocos centímetros cúbicos de leche (hay de 5 cc en una cucharilla de café). Tendrás que alimentarle cada dos horas al principio, y gradualmente aumentar el tiempo entre comidas a medida que comienza a comer más en cada comida. Comienza ofreciéndole una pequeña cantidad. Si el gatito no quiere comer del biberón, prueba con un cuentagotas o una jeringa y deja caer un poco de leche en la boca, aumentando la cantidad al ritmo que acepte el gato. Asegúrate de que la leche tiene la temperatura ambiente; no intentes calentarla en el microondas, ya que puede crear puntos calientes en ella provocando quemaduras al animal.

Sigue las instrucciones del sustituto de leche para la mezcla y el almacenamiento. Tendrás que ponerte en contacto con el veterinario si el gatito no ha comido en 24 horas o se encuentra extremadamente débil. Una vez que adquiere habilidad, el gatito debe consumir el sustituto de leche con avidez. Puedes detener la alimentación cuando el gatito comienza a disminuir el ritmo de consumo o se muestra desinteresado.

Cuando los gatitos llegan a tener cerca de 3 semanas de edad puedes empezar a ofrecerle comida para gatitos basada en carne humedecida para picar. Asegúrate de mantener siempre un suministro fresco y no le des demasiado de una sola vez. Una vez que empiece a comer la comida húmeda con asiduidad, puedes dejar al lado algunas croquetas secas para que las pruebe también. Son recomendables unas croquetas con altos niveles de proteína y grasa.

Ponte en contacto con tu veterinario si observas cualquier problema de salud o ves que tiene un bajo nivel de actividad. Cuanto antes se detecten y se resuelvan los problemas mayores serán la posibilidades de recuperación.

Higiene

Otra cosa que tendrás que hacer, ya que la mamá no está ahí para limpiarlos, es estimular a los gatitos para eliminar los “residuos” durante o después de cada comida. Esto se puede hacer de dos maneras. Puedes imitar a su madre (cosa no recomendable) o usar una toallita de papel húmeda para dar masajes o frotar suavemente sus aberturas urinaria y anal. Tu gatito debe orinar y/o defecar inmediatamente después de comer. Seca al gatito después de cada vez, y procura ser suave para no irritar la zona anal.

A medida que el gatito crece y se vuelve más inquieto y exploratorio, puedes proporcionarle una caja de cartón con bordes bajos con una pequeña cantidad de arena para gatos para que se acostumbre. Una vez que comience a orinar y defecar por sí mismo (generalmente a las tres semanas de edad), ya podrás dejar de hacer ese trabajo tan particular de asistencia.

Cuidado de la salud

Algunas cosas a controlar a lo largo de las siguientes semanas de vida son el apetito, el nivel de actividad y el crecimiento. Tendrás que llamar al veterinario si el gatito no come o deja de comer. También deberías hablar con tu veterinario si detectas cambios a la hora orinar o defecar, cambios en la actitud del gatito o cambios en el nivel de actividad. Otros problemas de salud incluyen infecciones del aparato respiratorio superior que provocan estornudos y secreciones en los ojos y la nariz .

Muchas veces los ojos tienen tantas secreciones que los párpados se pegan. Utiliza un algodón con agua tibia para limpiar suavemente los ojos y abrirlos hasta que contactes con tu veterinario.

Otra preocupación es la diversidad de parásitos que pueden debilitar a tu joven gatito. Tu veterinario debe tratar las pulgas, los ácaros, los piojos y los parásitos intestinales. No uses medicamentos sin receta sin consultar antes a tu veterinario, ya que los gatitos muy pequeños pueden no ser capaces de tolerar algunos de estos productos.

Muchos tipos de problemas pueden determinarse en el momento de la primera visita al veterinario. Es recomendable recoger una muestra de heces a las 4 semanas de edad del gatito para llevársela al veterinario con el objetivo de que compruebe si existen parásitos intestinales.

Seguimiento

A las seis semanas de edad el gatito debe comer y beber correctamente, explorar la casa por su cuenta y centrarse únicamente en el entretenimiento. Pídele a tu veterinario que le haga un control médico y comience con el programa de vacunas.


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