Hoy, nuestra gran Tsatsiki Chef vuelve a dar muestras de
su versatilidad en los fogones, en los hornos y dónde haga falta y nos trae
estos deliciosos cupcakes de Té verde
basados en una receta original de la londinense Hummingbird Bakery.
El resultado, puedo dar fe
porque estos si que los he probado, es buenísimo. Sorprende la masa por su
ligereza y el toque de té es muy
delicado e ideal para ese momento de relax vespertino.
- 120 ml. de leche entera
- 3 bolsas de té verde
- 100 gr. de harina
- 20 gr. de cacao en polvo.
- 140 gr. de azúcar refinada.
- Una cucharada (de postre) de levadura en polvo.
- Sal.
- 40 gr. de mantequilla
- 1 huevo
- Una cucharada (de postre) de pasta de vainilla.
Para el
glaseado:
- 250 gr. de azúcar glass.
- 80 gr. de mantequilla
- 20 gr. de té verde matcha en polvo (y un poco más para decorar).
- 35 ml. de leche entera
Elaboración:
1.- Ponemos las tres
bolsas de té verde dentro de los 120
ml. de leche, en un recipiente con
tapa, y dejamos infusionar al menos 4 horas.
2.- Mezclamos la harina, el cacao en polvo, la levadura,
el azúcar, la sal y la mantequilla y
batimos con varillas a velocidad media hasta que quede una masa granulosa.
3.- Retiramos las
bolsas de té de la leche y la mezclamos con el huevo (batido) y la vainilla. Vertemos la mitad de esta
mezcla sobre la masa. Cuando esté todo bien mezclado y sin grumos bajamos la
velocidad y vamos añadiendo el resto de la leche
y el huevo poco a poco. Batimos un
par de minutos más.
4.- Precalentamos el
horno a 170ºC.
Ponemos los moldes de cupcakes en la bandeja. Los llenamos unos dos tercios con
la masa y los horneamos 25 minutos. Enfriamos en rejilla.
5.- Vamos preparando
el glaseado: batimos el azúcar glass
(tamizada) con la mantequilla (a
temperatura ambiente) y el té en polvo
a velocidad media. Cuando esté bien mezclado bajamos la velocidad y vertemos la
leche poco a poco. Subimos la
velocidad y batimos 6 minutos más, hasta que quede una crema esponjosa. Rellenamos
con ella una manga pastelera y decoramos los cupcakes cuando estén bien fríos, poniéndoles, al final, un poco
más de té verde en polvo.
