Hoy he decidido dedicar el espacio de curiosidades gastronómicas a una salsa muy extendida, con una gran aceptación y muchas posibilidades: La salsa Bechamel, Besamel o Bechamela.
¿Cuántas salsas se pueden utilizar indistintamente como complemento perfecto en platos de carnes, pescados, verduras, pastas?
Esta salsa se elabora añadiendo leche a un roux blanco (harina sofrita en una grasa que puede ser mantequilla o aceite de oliva). La harina suele ser de trigo aunque
podemos utilizar harina de maiz. Se tiene que mover constantemente la mezcla para evitar que se formen grumos y además cocer a fuego lento.Añadir sal, pimienta blanca molida y nuez moscada.
Además de los ingredientes descritos la elaboración de esta salsa incluye tener paciencia y tiempo.
Dependiendo de la textura final que deseemos (ligera o espesa) añadiremos más o menos leche.
A esta base podemos añadir cebolla, queso, carnes o pescados picados
Hay una variante, la llamada salsa blanca, que se realiza de la misma manera pero cambiando la leche por caldo.
Sus orígenes no están nada claros y como todas las cosas buenas muchos quieren atribuirse el merito de su invención.
La primera vez que aparece descrita es en el libro de cocina, del cocinero de Luis XIV, Francois P. de la Varenne, aunque se considera que procede de una receta más antigua, que llegó a Francia de la mano de los cocineros italianos que acompañaban a Catalina de Médici. Otra versión atribuye la invención de esta salsa al cocinero del duque Louis de Béchameil.
Dejaremos que otros discutan sobre sus orígenes mientras nosotros la disfrutamos en…
Deliciosas croquetas
Crujientes gratinados
Sabrosos canelones y pastas
Suaves cremas.
Irresistibles Soufflés y rebozados Villeroy.
Las posibilidades son muchas y deliciosas. Con un poco de paciencia y práctica podréis disfrutar de magníficos platos.
Os dejo la receta para que os pongais “manos a la masa”.
Ingredientes:
½ l de leche,
50 gr de mantequilla (se puede hacer con aceite de oliva)
50 gr de harina
Sal, pimienta blanca molida y nuez moscada.
A partir de estas indicaciones se puede hacer una salsa más o menos espesa, aumentando la leche o la harina de forma proporcional.
Preparación:
Si añadimos cebolla, lo ideal es que esté rallada para después no encontrar los trocitos. La
leche conviene que esté caliente cuando la agreguemos al recipiente en el que tenemos el roux (harina tostada con la mantequilla)Derretimos la mantequilla en una sartén antiadherente a fuego medio, a continuación incorporamos la cebolla y cuando esté transparente, retiramos momentáneamente la sartén del fuego y agregamos la harina, movemos con una cuchara de madera mezclando bien y procurando disolver los posibles grumos que aparezcan.
Ponemos de nuevo la sartén al fuego a temperatura baja y añadimos la leche caliente
removiendo con la cuchara de madera o las varillas, llevamos a ebullición sin dejar de remover hasta conseguir una salsa homogénea y cremosa. Sazona con sal, pimienta negra recién molida y nuez moscada, mezcla bien y retira del fuego.Un consejo, si os quedan grumos no ocurre nada por pasar la salsa por la batidora, aunque no sea muy ortodoxo.
Nota: os animo a practicar la salsa bechamel porque muy pronto os propondré una actividad en el que esta salsa tendrá gran importancia.