"Curiosity podría haber encontrado vida en Marte". Eso fue lo primero que leí ayer por la mañana cuando eché un vistazo a la prensa digital. Pero como ya he dicho en alguna ocasión, Curiosity no está equipado para detectar vida. Después me fui a Twitter donde uno de los trending topics era "Marte", y pude ver todo el revuelo que se estaba creando a raíz de un malentendido. Finalmente, leí las noticias para ver qué estaba pasando.
Los hechos
John Grotzinger, investigador principal de la misión Mars Science Laboratory y de su rover, el Curiosity, mantuvo una entrevista radiofónica en la emisora norteamericana NPR en la que habló de un descubrimiento del instrumento SAM a bordo del vehículo; un descubrimiento que "cambiará los libros de historia", según Grotzinger. "Los datos son realmente prometedores". Teniendo en cuenta que SAM se encarga de analizar materia orgánica, el descubrimiento andará por esas líneas. Por supuesto, Grotzinger no adelantó nada.
John Grotzinger precediendo al rover Curiosity. Créditos: NASA.
Por otro lado, Guy Webster, portavoz de JPL, quitó un poco de hierro al ausnto porque el revuelo estaba siendo mayúsculo. Webster dijo que "un hallazgo de materia orgánica por sí solo no significa que descubramos la vida".
Entonces... ¿qué ha descubierto?
El descubrimiento que haya realizado el rover, se dará a conocer el próximo 3 de diciembre durante el congreso de la American Geophysical Union. Seguramente Curiosity haya encontrado trazas de biomarcadores que, por supuesto, podrían haber sido generados de manera biológica, pero también de manera geoquímica.
"¿Qué he descubierto en Marte?"
Hay que andar con cuidado porque estas cosas pueden crear gran confusión. Es más, cuando den el aviso del descubrimiento y se confirme la detección de biomarcadores, algunos titulares, serán "Curiosity encuentra restos de vida en Marte", y será falso.
¿SAM? ¿Quién es SAM?
El instrumento SAM (Sample Analysis of Mars), como he dicho más arriba, analiza materia orgánica, pero también gases. Realiza los análisis a partir de muestras procedentes tanto de gases como de sólidos. SAM consta de tres sub-instrumentos: Espectrómetro de masas cuadripolo, cromatógrafo de gases y un espectrómetro láser sintonizable.
El objetivo de SAM es cumplir uno de los roles fundamentales del Curiosity que es detectar e identificar moléculas que pueden ser generadas biológicamente, es decir, biomarcadores. Aunque el problema es que los biomarcadores más sencillos a nivel molecular también pueden ser generados por procesos geoquímicos, como por ejemplo el vulcanismo o el termalismo. Ejemplos de estos biomarcadores son el metano, el dimetilsulfido, el oxígeno molecular o el dióxido de carbono.
El instrumento SAM antes de ser instalado en el rover Curiosity. Créditos: NASA.
También existen biomarcadores que sabemos que se generan exclusivamente de manera biológica en nuestro planeta, pero dada su compleja composición química son más difíciles de detectar, como por ejemplo la clorofila, el ARN o el ADN.
Si queréis conocer los biomarcadores de detección sencilla, os recomiendo ver la siguiente gráfica adjunta a un artículo que publicó el científico Tim Lenton en la revista Nature en 1998 titulado "Gaia and natural selection". En ella se analiza la atmósfera de una planeta Tierra sin vida y se compara con la actual. La diferencia de valores hace ver qué biomarcadores son más importantes en la búsqueda de vida:
Flujo estimado de gases en la superficie de la Tierra (en teramoles) con vida preindustrial y sin vida. Créditos: T.Lenton/Nature.
Una comparativa
Imaginaros que nos vamos al campo a buscar instrumentos de caza fabricados por el hombre en el Paleolítico. En un primer vistazo encontramos una roca con forma inequívoca de punta de flecha. Esa roca, por supuesto, pudo haber sido tallada por un ser humano en el Paleolítico, pero también ha podido tomar esa forma por procesos geológicos. Esa roca sería un buen símil de biomarcador.
Hay una cosa que está clara y es que un científico como Grotzinger no pondrá en juego la reputación de su nombre y, mucho menos, la del rover Curiosity. Así que algo hay, pero os lo adelanto: no será vida.