Ya está aquí, ya llegó, un mes más el #asaltablogs. En esta ocasión asaltamos una pequeña joya, El Caldero de Nimuë, ¡un blog en el que no solo encontrarás recetas!, ¡tienes un montón de crónicas viajeras!.
De todos modos, si quieres saber algo más, te emplazo a nuestra entrevista.Puestos a elegir receta, he querido hacer un homenaje a ese carácter cosmopolita y trotamundos del blog y hacer mía una de sus recetas viajeras, una de esas que nos acercan otras culturas a nuestra mesa, ¡su curry de champiñones!.
Podía haber elegido algo griego, francés o de cualquier rincón de España de los que nos da cuenta el Caldero, pero me he ido a algo con aires asiáticos.
Os traigo una receta muy sencilla, rápida, asequible y al alcance de todos y a la que solo he cambiado el aceite de oliva por aceite de sésamo y la sal por salsa de pescado (por aquello de los aromas asiáticos).
Quería mostrar esa cocina inmediata tan típica de extremo oriente y tan alejada de las largas cocciones europeas. Se puede cocinar rápido y delicioso, aquí una muestra.
Ingredientes:
- 300 g. De champiñones portobello.
- 3 chalotas.
- 3 Dientes de ajo.
- ½ Puerro.
- 4 Cayenas majadas.
- 200 ml de leche de coco.
- 2 Cucharas de curry en polvo.
- 200 ml de cerveza (Pilsen, a estudiar los matices en función del tipo de cerveza. Creo que le iría bien una de trigo).
- Salsa de pescado.
- Aceite de sésamo tostado.
- Arroz blanco como guarnición.
Elaboración:
1.- Picamos muy finas las verduras y lavamos y cortamos los champiñones en cuartos.
2.- En una sartén calentamos el aceite de sésamo (de oliva en el original). Id con cuidado, se humea antes que el de oliva. Incorporamos los ajos bien picados y cuando empiecen a dorar incorporamos la chalota y 2 minutos después el puerro y unas gotas de salsa de pescado.
3.- Añadimos las cayenas molidas (recordad SIEMPRE que cuanto más tiempo cocinemos las guindillas/chiles más picará la comida) y los champiñones. Añadimos ⅔ de una lata de cerveza y removemos. Mientras reduce nos bebemos el otro tercio, ¡aquí no se tira nada!. Esto es muy interesante, se puede jugar con el tipo de cerveza y ver cual es el resultado con una Stout, una lager, etc.
4.- Cuando consideremos alcanzado el punto de los champiñones, añadimos la leche de coco y espolvoreamos curry como para una guerra… así… ¡a lo loco!. Removemos y cuando alcancemos un punto de equilibrio entre untuosidad, brillo y color amarillo chungo… lo dejamos.
5.- Servimos acompañado de una guarnición de arroz basmati… aunque yo no tenía y me hice un arroz bomba y mientras lo hervía le añadí un par de semillas de cardamomo y unas hebras de azafrán… ¡que me dió un ataque manchego!.
6.- A la hora de servir le incorporé el tallo verde de un par de cebolletas bien picado y un camino de cayena molida, ¡no fuera a ser que me hubiera quedado corto de picante!.