Aquella noche en el curso de cata de Assemblage, nuestra barca cruzaba la frontera con el país vecino para conocer un poco mejor los vinos del Duero que se elaboran en Portugal; mi relación con Portugal tuvo su punto álgido hará un par de años cuando viaje a Lisboa a celebrar como Dios manda la Semana Santa, es decir, haciendo turismo ; Lisboa me encantó, y aunque probé muchos vinos blancos y tintos, incluso algún oporto, en aquella época aun no escribía en el blog, por lo que no pude dar cuenta de lo que allí cate, para mi desgracia.
Nuestro primer invitado fue el vino Crasto 2008, un vino de D.O.C. Douro, de la Bodega Quinta do Crasto en el municipio de Gouvinhas ; elaborado por una mezcla de uvas Tinta Roriz, Tinta Barroca, Touriga Nacional y Touriga Franca, las cuales se vinifican por separado; color rojo cereza de capa media , brillante, se nota la fruta de un vino joven, paso fácil y algo mejor final, aunque muy breve, facil de beber y con un buen punto de acidez; tras el tuvimos un vino de D.O. Arribes de la Bodega La Setera, La Setera 2007, elaborado con uvas de origen portugués, con una crianza de nueve meses en barrica, rojo cereza de capa media alta, aromas tostados, cafe, buen paso y final medio, un vino que será recordado por las muy interesantes curvas que nos dió este vino evolucionando en copa, muy interesante; el tercero fue uno de los vinos que tenía ganas de probar, ya que es el D+D 2005, de la Bodega Drink and Dreams que el grupo Emilio Moro tiene en Portugal (Quinta da Arnozelo); elaborado con uvas Turiga Nacional, Franca y Roriz y una crianza de catorce meses en barrica de roble francés y americano; un vino de color rojo rubí, muy brillante y capa media alta, arranca con aromas de maderas dulces, ligero en boca, punto dulzón y tánico, y muy buen final, bueno bueno.
Tras ellos, Natalia nos ofreció dos copas de Oporto, un el Quinta de Castro 2005, y el último Porto Pocas Vintage 2000, dos vinos que nos ayudaron a entender la diferencia entre las categorías LBV y Vintage dentro de los Oportos; ambos me gustaron mucho pero no me veo capaz de describirlos con certeza, por lo cual no lo haré.
Una última linea para dar un fuerte abrazo a uno de los compañeros en esta cata, mi viejo amigo David, al que perdí la pista hace ya alguna década, pero que el destino, y unos buenos vecinos, han hecho que nos volvamos a ver; es de esa gente que conoce uno en la niñez, y con el que compartí muchas tardes de juegos y música en las calles del barrio de San Pedro de la Fuente , un abrazo David!
R.