
No sé si el concierto había sido publicado en alguna revista de tendencias, pero había mucho moderno que parecía no saber muy bien dónde estaba ni cómo era Damien Jurado. No se notó demasiada complicidad y, antes incluso de que llegara el bis, muchos se estaban levantando.
Es una pena porque adoro a Jurado y siempre me emociona verle en directo. Yo creo que ayer se dio cuenta de que estaba ante un público con el que no conectaba demasiado y espero que una panda de modernos no le quite las ganas de volver a nuestro país siempre que quiera contarnos algo nuevo.