Datos: el trastorno dismórfico corporal

El trastorno dismórfico corporal (TDC) ha sido objeto de estudio en psiquiatría desde hace décadas. Entendido como la excesiva preocupación que experimenta un individuo por un leve defecto físico, ya sea este real o imaginario, el TID puede llegar a limitar gravemente la vida del que lo padece, haciendo que dicha persona adopte conductas de lo más variadas con tal de evitar el malestar que este defecto le produce (quitar los espejos de casa, aislarse de los demás, comprobar reiteradas veces la zona corporal en concreto, etc).

Veamos algunos datos sobre este problema, con idea de conocer mejor algunas de sus características:

-Suele iniciarse en la adolescencia y/o a comienzos de la edad adulta

-Ocurre por igual en hombres y en mujeres

-El defecto puede ser uno, varios o incluso ir cambiando con el tiempo

-Los más comunes son el acné, las cicatrices, las arrugas, la forma de la nariz o el exceso de vello, aunque también en el resto del cuerpo encontramos problemas con el tamaño de los pechos, las nalgas, las caderas, etc.

-La incapacidad es su principal aspecto. La persona, consciente de su "imperfección", llega a aislarse del mundo. Esto afecta a la calidad de sus relaciones personales, así como termina por ser el foco de muchas bajas laborales.

-Se ha detectado una alta correlación con el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) en las personas con TDC. Las conductas de comprobación y verificación propias del trastorno pueden acabar o bien extendiéndose a otras parcelas de la vida de la persona,  o bien ser la consecuencia del propio TDC.

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