Y es que aunque todo marchaba según lo previsto, repentinamente David "perdió la cabeza, comenzó a sentirse desorientado y su equipo médico decidió que debía abandonar a pesar de su estupendo estado físico". Fue trasladado al hospital para someterse a un profundo chequeo y ahora ya descansa en su casa, recuperándose del esfuerzo y seguramente rumiando una nueva acometida. Si os apetece darle ánimos, podéis hacerlo a través de Twitter, en la cuenta @DAVID_GUINNESS. ¡Esto no puede quedar así!
