Antes de empezar el partido, el Frente se ha acordado de Jesús Perera, socio número 2 del Atlético de Madrid fallecido recientemente, dedicando todo el estadio una sonora ovación mientras que en el videomarcador aparecía la foto de este héroe rojiblanco (ni la muerte nos va a separar, desde el cielo te voy a animar, D.E.P.)
El Alteti ha jugado una primera parte para enmarcar, buscando la gloria de la octava victoria consecutiva en liga destrozando todos los récords de nuestra historia.
Somos fuertes en todas las parcelas. En lo físico, con una presión sobre el rival muy alta, que impide al Celta pensar y por lo tanto iniciar jugadas de ataque. En este equipo todos atacan y todos defienden y eso no lo pueden decir muchos. Arda Turan es un ejemplo en ese sentido y hoy ha tenido mucha importancia la fuerte presión que ha ejercido por todo el terreno de juego, situación que le ha llevado en momentos puntuales a estar cambiado de banda por perseguir a rivales sin preocuparle nada más que robar otro balón más.
En lo táctico, ya que el Celta empezó el partido con un
centro del campo muy poblado buscando entorpecer nuestra salida de balón y que
fue contrarrestado por nuestros carrileros Filipe Luis y Juanfran, ambos en un
momento excepcional que ha llevado al de Crevillente de vuelta con La Roja. Entraban por las bandas
como flechas, con regates y centros siempre peligrosos. Precisamente el primer
gol viene de un centro de Filipe por su banda y, como en la serie de dibujos
“campeones”, dos jugadores remataban a la vez, Godín y Costa pero el trencilla
se lo otorga al de Lagarto.
La pena es que el gol llega casi al final de la primera
parte porque hoy en el Celta había un portero casi imbatible, Yoel. En realidad
deberíamos haber metido tres o cuatro goles, como la ocasión de Villa nada más
empezar el partido a pase de Costa que remata bien el Asturiano pero el portero
saca una mano llena de reflejos, el penalti lanzado por Diego y la posterior
parada del rechace por parte del Guaje, disparos de Mario Suárez y Arda, otro
remate de Villa en un corner… En fin, un repertorio de paradas de primer nivel.
La segunda parte empieza igual que la primera y seguimos
robando y atacando como leones. En una de estas Diego Costa recibe un pase en
largo que controla y pasa a Villa desmarcado que piensa demasiado donde ponerla
para que Yoel deje de pararle balones en lugar de rematar por instinto y falla
una ocasión clarísima. Encima está tocado y hay que cambiarlo. El campo le
aplaude en su totalidad pero él se va medio cabreado porque hoy ha tenido varias
ocasiones y no ha marcado y medio preocupado por el dolor de su tobillo.
Una minoría de la grada, que considero poco entendida en
esto del fútbol, cuestiona su falta de gol. Es evidente que solo le valoran por
esta parte del juego, que nadie discute que sea fundamental, sin ver el gran
trabajo de desmarques, desplazamiento de defensas así como el repertorio de paredes
y pases en el centro del campo que permiten a Diego Costa, mucho más limitado
técnicamente, pero mucho más dotado físicamente, llevar 10 goles. Cuestionar a
Villa, insisto, es no tener ni idea de fútbol. Como anécdota os diré que Villa
comentó después del encuentro contra el Real Madrid, que había sido el partido
en el que más había corrido de su vida. Esa labor sucia, poco visible y nada
valorada permite al hispano-brasileño tener muchas ocasiones de gol.
Poco después Mario Suárez, emulando a Schuster, le mete un
pase a Costa que pleno de potencia y de rabia por el penalti fallado y por las
dudas en la autoría del primer gol, mete por debajo de las piernas del portero.
Todo pinta de color de rosas pero Luis Enrique decide sacar
a uno de sus mejores jugadores, Nolito y posicionar a Rafinha más centrado y el
partido empieza a cambiar hasta el punto que Nolito marca y los gallegos se
creen que pueden empatar. De manera incomprensible nuestro centro del campo se
echa atrás un par de metros y dejamos de jugar al fútbol para correr detrás del
rival sin oler un balón.
Nos vamos muy contentos del estadio pero lamentando las ocasiones falladas que nos han llevado a salir un pelín acongojados pero con los tres puntos en la buchaca. Este equipo está haciendo algo que recordaremos durante décadas porque como ha dicho Luis Enrique “El Atlético es el rival más poderoso al que nos hemos enfrentado”.
¡¡¡ FORZA ATLETI !!!