2015 es sin duda, el año de Orson Welles, por lo menos en cuanto a efemérides se refiere. A la conmemoración hoy 6 de mayo de los 100 años de su nacimiento hay que añadir que el 10 de octubre también se cumplirán tres décadas de su fallecimiento, y por si fuera poco, uno de sus mejores films, Campanadas a medianoche, ha celebrado su 50 cumpleaños.
Desde este pequeño blog hemos querido aportar nuestro granito de arena a este centenario elaborando un diccionario que de la A a la Z repasa tanto aspectos relacionados con su obra fílmica como con su persona, imposible a veces disociar ambos. Él mismo dijo una vez: "Para mí el trabajo es parte de la vida, no sé distinguir entre ambas cosas. El trabajo es una expresión de la vida". Más allá de listas y tops, no hay discusión en que Welles fue uno los realizadores más influyentes de la historia del cine. Un creador con mayúsculas, no demasiado prolífico en cuanto a la dirección ya que solo rodó doce películas (algunas de ellas muy mutiladas) en más de 30 años de carrera. Como su admirado Don Quijote, luchó contra muchos molinos para sacar adelante proyectos que hablaban de su ambición, sus filias culturales (Shakespeare) y que demuestran lo adelantado que fue. Nos dejó una obra imperfecta, inacabada, audaz y brillante por momentos, que hoy reivindicamos.
Este es el diccionario que hemos elaborado y que en algunos casos se complementa con vídeos e imágenes. Estás invitado a aportar más palabras porque sabemos que cuando hablamos de Welles y su leyenda, siempre nos quedaremos cortos.AMBERSON Ese es el nombre de la familia protagonista de su segunda película, aquí llamada El cuarto mandamiento (The magnificent Ambersons, 1942) y que narra la caída de unos aristócratas con mucho orgullo de clase en plena entrada del siglo XX. Tras Ciudadano Kane, Welles se la jugaba con su segunda obra y decidió adaptar la novela "The magnificent Ambersons" de Booth Tarkington (Premio Pulitzer en 1919). La jugada no le salió bien, en parte porque no dispuso del total control de la obra por otros compromisos profesionales. Volvió a fracasar en taquilla y la RKO le rescindió el contrato. Este sería el inicio de sus desgracias cinematográficas y en adelante el de Wisconsin se vio obligado a trabajar con poco presupuesto, contraer deudas que saldaba con interpretaciones... Es una película muy mutilada, con un montaje final obligado por la RKO, pero sigue siendo un clásico indiscutible que vuelve a dar muestras del poderío visual de Welles, quien por cierto, se reservó el papel de narrador. Imposible olvidar a Agnes Moorehead como la tía Fanny (foto).
BARBA Welles fue un hombre adelantado hasta en llevar barba en los años 40. Escribe Guillermo Cabrera Infante con su genuina prosa en su libro Cine y sardina: "Orson siempre suscitó la envidia cuando no el encono. Ya al llegar a Hollywood se dejó crecer una barba que era una cortina de pelos para ocultar su doble barba. Las críticas hoy en día, parecerían ridículas. (...) Sucede que en 1940 ninguna figura pública había usado barba desde el asesinato del zar Nicolás (...) la barba de Orson era profusa y los periódicos dieron por llamarle La barba". A lo largo de su existencia Welles experimentó con su imagen, y lo vimos con barba, afeitado, con pelucas, prótesis...como gran amante del teatro le gustaba experimentar con su aspecto.
CIUDADANO KANE "Pertenezco a una generación de cineastas que decidieron hacer películas después de haber visto Ciudadano Kane" dijo una vez Francois Truffaut. Lo cierto es que es rara la lista de mejores películas de todos los tiempos en donde no aparece la ópera prima de Welles, y que este rodó cuando solo tenía 25 años. La RKO tras el éxito de la emisión radiofónica de "La guerra de los mundos" acudió en busca del chico prodigio y le dio vía libre y poder de decisión para su primer trabajo. El resultado fue una película que revolucionó el lenguaje cinematográfico, en cuanto a montaje, utilización del gran angular, banda sonora, estructura narrativa... y que nos dejó un personaje para la posteridad: el magnate Charles Foster Kane. Cuando se estrenó no solo la taquilla le dio la espalda, sino que además desató las iras del todopoderoso William Randolph Hearst, en quien está inspirada. Tuvo que pasar mucho tiempo para que fuera apreciada y existen hasta teorías que ponen en duda la autoría de Welles, y que afirman que el mérito es de su co-guionista, Herman Mankiewicz. Sea como fuere, Ciudadano Kane (1941) fue un hito en la historia del cine, y hoy continúa siendo de visionado obligado para todos aquellos que dicen amar el séptimo arte.DA CAPOaunque luego fue rebautizado como "The dreamers" este fue el nombre original de uno de los guiones escritos por Welles que no llegó a ser filmado. Inspirado en un relato de la escritora danesa Karen Blixen, la trama gira alrededor de una cantante lírica que ha perdido la voz y enamora a un inglés que la persigue por media Europa. Welles llegó a rodar algunas escenas en su villa de Hollywood con la actriz yugoslava Oja Kodar como protagonista, quien fue la última compañera sentimental del cineasta. Este es solo uno de los muchos proyectos inacabados que dejó Welles, el más conocido es Al otro lado del viento (The other side of the wind) en la que el genio trabajó hasta el final de sus días, y que tras mucha batalla por los derechos, será por fin estrenada.
ESPAÑA como Ava Gardner, Orson Welles también se enamoró de nuestro país. Llegó a decir: "Si pudiera elegir un lugar donde vivir sería España y en concreto Ávila. El clima es horrible, muy cálido en verano, muy frío en invierno. Es un lugar extraño y trágico. Hay algo grande ahí". Lo cierto es que ya desde pequeño quedó prendado de Sevilla cuando pasó un verano en la capital hispalense. Compartía con Hemingway esa mezcla de curiosidad y fascinación por los toros, la fiesta, nuestras costumbres... Siempre en contra del fascismo y la privación de libertades, apoyó la causa republicana durante la Guerra Civil, aunque luego se beneficiase de rodar durante el franquismo partes de Mr. Arkadin, Una historia inmortal, Don Quijote, Fraude, la inacabada The other side of the wind y por supuesto, Campanadas a medianoche. Tras su muerte en Los Ángeles, los restos de Welles reposan en el pozo de la finca "El recreo de San Cayetano" ubicada en Ronda, y propiedad del que fuera su gran amigo, el torero AntonioOrdóñez.
Welles en la Real Maestranza de Sevilla
FAKE O FRAUDEúltimo filme terminado en vida por Welles, una cinta de 1973 difícil de clasificar, a medio camino entre el falso documental y el ensayo fílmico sobre el arte. Narrado por el propio Welles frente a la cámara, persigue la figura de un falsificador de obras, Elmyr de Hory y su biógrafo Clifford Irving, autor también de una biografía falsa sobre Howard Hughes. Un ejercicio en donde la realidad y la ficción se entremezclan continuamente.GREGG TOLAND Podría ser uno de los binomios más interesantes del cine, la unión de este gran director de fotografía (Toland) y un primerizo Welles. Para su primera película el director estadounidense buscaba algo nuevo, innovador, que olvidara el conservadurismo estético que se imponía en buena parte de la producción de Hollywood. Esa idea pudo materializarse gracias a este gran profesional. Toland ya había iluminado antes la aplaudida adaptación que hizo Ford del Premio Pulitzer de John Steinbeck "Las uvas de la ira" y ya había ganado un Oscar por su fotografía para Cumbres borrascosas de William Wyler, que dijo de él que "cuando fotografiaba algo quería ir más allá de las luces y captar los sentimientos". En Ciudadano Kane ambos creadores experimentaron con el uso de lentes, la profundidad de campo y los ángulos, de tal modo que para lograr esos contrapicados, colocaban la cámara a un nivel inferior al suelo para que pudieran verse en su esplendor los techos de los decorados.
HAYWORTH Tras su ruptura con la actriz Dolores del Río, que caló hondo en el corazón de Welles, el director puso sus ojos en Rita Hayworth al descubrirla en la portada de la revista Life en 1941. Se encaprichó de ella y no paró hasta que su amigo Joseph Cotten se la presentó en una fiesta. La bella y el cerebro, como les apodaron en Hollywood, estuvieron casados de 1943 a 1947 y tuvieron a una hija. Su matrimonio no fue ejemplar, años después de que este terminase la actriz describió su matrimonio con el director de cine Orson Welles como: "El tiempo de la dicha". Se dice que este, al enterarse comentó luego a sus amigos: "Si aquello fue la felicidad, imaginad lo que habrá sido para ella el resto de su vida". Ya en proceso de divorcio ambos rodaron La dama de Shanghay (1947) y Welles construyó su particular femme fatale, Elsa Bannister, a la que cortó y tiñó su famosa cabellera. Con el tiempo, los cinéfilos hemos llegado a perdonarle este atentado estilístico.
INTERPRETACIÓN La interpretación fue una de sus grandes pasiones, tanto es así que siempre se reservaba en sus propias películas un papel importante, y cuando no, también aparecía como narrador. Llegó a interpretar hasta dos y tres películas por años, aún siendo criticado por ello. La primera película no dirigida por él en la que intervino como actor fue Alma rebelde (1943), la adaptación de Robert Stevenson del famoso clásico Jane Eyre. Aquí como no podía ser de otro modo, Welles se reservó el papel del enigmático Señor Rochester. Algunas de sus actuaciones quedarán por siempre en la memoria, como las de Othello, Kane, Falstaff, Harry Lime...en otras sencillamente cumplía y las hacía para pasar por caja y conseguir así dinero para invertir en sus propios proyectos.
JOHN FALSTAFF Ese es el nombre de su mejor creación junto con Charles Foster Kane. Rodada enteramente en nuestro país entre 1964 y 1965, el film adapta varias obras de Shakespeare y con él Welles vuelve a recurrir al pendenciero bebedor de Falstaff. Un personaje único que nos recuerda a la figura del propio director tal y como dice Paolo Mereghetti en El libro de Orson Welles "Su Falstaff es capaz de adherirse de una manera inédita al personaje Welles y revela una soledad que el autor no se atreve a disimular a través de su desmesura". Se centra en la relación entre Hal, hijo de Enrique IV y heredero al trono, y el viejo Falstaff, su compañero de fatigas y de juergas que cuando llega al poder le traiciona y le dice aquello de: "No te conozco, viejo. Arrodíllate y reza. Qué mal sientan los cabellos blancos a un viejo bufón de costumbres disolutas".
KAFKA Además de Shakespeare, Welles también se lanzó en la difícil tarea de adaptar a Kafka después de que aceptara trabajar con los famosos productores Ilya y Michael Salkind. La obra escogida fue la novela homónima El proceso, la tragedia sin sentido a la que se enfrenta Josef K. Personaje interpretado por un Anthony Perkins post Psicosis que se ve arrastrado de un modo surrealista a un proceso judicial delirante. Rodada en Europa y con la presencia de actrices como Jeanne Moreau o Romy Schneider, en ella Welles saca todo su barroquismo visual a flote para plasmar la angustia que desprendía el libro.
LIME, HARRY Imposible olvidar la Viena de El tercer hombre, ni su música, (esa cítara de Anton Karas), como imposible es no destacar la interpretación que hizo Welles de este malo con mucho encanto. Dice Roger Ebert sobre la interpretación de Welles: "Harry Lime permite a Orson Welles hacer la mejor entrada en una película de toda la historia del cine, y también una de las mejores conversaciones". La conversación no es otra que la que sucede en la escena de la noria donde Lime hace mención a los famosos relojes de cuco de Suiza. Obra maestra de Carol Reed que adapta la obra homónima de Graham Greene.
MISTER ARKADIN "Arkadin es un aprovechado, un oportunista, un parásito genial que se alimenta a sí mismo de la corrupción… y que necesita autojustificarse” Así mismo definió Welles al protagonista de su primera película lejos de Hollywood y que fue rodada en parte en España. Lo más curioso es que guarda bastantes conexiones con Ciudadano Kane, aunque no esté a la altura de su debut. En ambas hay una investigación para averiguar algo más del pasado de un hombre, en este caso Gregory Arkadin (Orson Welles) un millonario que padece amnesia.NOIR (CINE NEGRO) La aportación al cine negro de Welles la encontramos especialmente en dos de las películas más destacadas de su filmografía, en La dama de Shanghai, que adaptaba una novelita de poca monta y que él convierte en un relato de cine negro, con trama policíaca y una serie de personajes típicos de este género, como la imprescindible mujer fatal, y por supuesto, en Sed de mal, donde a detectives corruptos, policías en busca de la verdad y el aciago destino, se une el peculiar estilo visual del director esta vez más recargado que nunca (tanto que llega a despistar de la trama en ocasiones). Sed de mal sería definida por el director y guionista Paul Shrader como el último gran vestigio del cine negro.
POLÍTICA Las ideas políticas de Welles siempre estuvieron claras ya fuera en EE.UU. o en Europa. Ya desde joven sobre las tablas del teatro dejó claro su apoyo a las minorías pero fue en los años 40 cuando empezó a involucrarse más, algo que le llevó a estar en el punto de mira del implacable J. Edgar Hoover. Welles era sospechoso de estar relacionado con organizaciones supuestamente comunistas y este hecho también frenó su carrera en Hollywood, como le ocurrió a otros tantos intérpretes y realizadores destacados. Tal era su pasión por la política que llegó a participar activamente en la campaña de la cuarta reelección del presidente Roosevelt.
QUIJOTE Uno de los sueños del director era rodar una adaptación de El Quijote, la inmortal obra de Cervantes. Por fin, en 1955 empezó a rodar Don Quixote en México y París, con Francisco Reiguera y Akim Tamiroff, uno de sus actores favoritos, como Sancho Panza. La película no llegó nunca a finalizarla y fue montada posteriormente por Jesús Franco, según indicaciones previas de Welles, para presentarla en 1992 la Exposición Universal de Sevilla 92. Se estrenó comercialmente cuatro años después. Según publica Rafael Nieto en la web del Instituto Cervantes: "Welles extrae a los personajes de la Mancha del siglo xvii para encararlos con la España contemporánea, la de inicios de los años sesenta, y con el propio rodaje de la película que están protagonizando, de modo que acaban siendo totalmente conscientes de su condición de personajes, en este caso fílmicos.ROSEBUD ¿Qué es Rosebud? Esa es la incógnita sobre la que gira Ciudadano Kane y que para neófitos de esta obra maestra nos cuidaremos de desvelar. Solo diremos que está muy relacionada con la infancia de Charles Foster Kane. Sobre el origen de la misteriosa palabra que pronuncia en el lecho de su muerte este personaje, corrieron ríos de pólvora. Una de las más polémicas fue que en realidad el famoso Rosebud correspondía al nombre que Hearst, el magnate de la prensa en el que se inspira Kane, daba al clítoris de su amante, la actriz Marion Davies.
SED DE MAL "Era un policía corrupto, pero a su manera un gran hombre" así define a Hank Quinlan (Orson Welles) el personaje misterioso de Marlene Dietrich. Sólo el célebre primer plano secuencia con el que da inicio ya vale más que la filmografía completa de muchos directores. Y eso a pesar de que el conjunto final, no se sabe si por los recortes que también sufrió en la sala de montaje, no es redondo y deja la sensación en el espectador de que el cómo está narrado importa más que la propia historia en sí. Con ella, Welles retornó a Hollywood pero una vez más salió escaldado.
TEATRO Enamorado de Shakespeare, antes de dar el salto al cine Welles ya había llamado la atención sobre las tablas. Con tan solo tres años ya se subió a escena en la Ópera de Chicago para representar Sansón y Dalila, y a los diez, dirigió y protagonizó su primera representación teatral, nada menos que El extraño caso del doctor Jekyll y Mister Hyde. A los dieciséis años comenzó su carrera teatral en el Gate Theatre de Dublín y cinco después (1936) debutó como actor y director en Nueva York. Durante su etapa teatral alcanzó notoriedad gracias a diversos montajes shakespearianos producidos por la compañía que fundó: la Mercury Theatre, y en la que trabajó junto a actores que luego colaboraron con él como Joseph Cotten o Agnes Moorehead.
ÚNICO Hombre del Renacimiento como le definió el escritor Guillermo Cabrera Infante debido a esa versatilidad artística de la que hizo gala hasta su muerte. Pocas figuras del cine han reunido en una sola persona tantos méritos: actor de teatro, director de escena, escritor, productor, director, actor de cine... Con solo 2 años se dice que ya le pedía a su madre (Beatrice Ives) que le leyera los textos originales de Shakespeare, y ya en 1925 un periódico (el Madison Journal) le dedicó un artículo que se titulaba "Dibujante de cómics, actor, poeta, apenas con diez años". Es curioso como él mismo dice que llegó al cine por casualidad ya que nunca se consideró un cinéfilo, de hecho son conocidas sus vehementes y hasta crueles opiniones contra otros cineastas, actores... de Bette Davis dijo por ejemplo: “No soy capaz de mirarla, así que no quiero verla actuar”. Para lo bueno y para lo malo, Orson fue único.
VISIONARIO Ciudadano Kane, su primera película, supuso un antes y un después en la historia del cine tanto a nivel narrativo como formal. El uso de diferentes profundidades de campo desconocidas hasta entonces, los juegos de luces y de sombras (heredado del expresionismo) y la incorporación de ángulos de cámara hasta entonces inverosímiles, le sitúan como un adelantado a su tiempo y una figura influyente para muchísimos directores. Previamente, ya había sido un adelantado al subvertir los códigos y revolucionar a los Estados Unidos con su falso noticiario sobre La guerra de los mundos. La creatividad de Welles era desbordante pero también es cierto que muchas de esas visiones solo quedaron en eso, en visiones.
WELLS Gracias a "La guerra de los mundos" de H.G. Wells, el otro Welles fue directamente al estrellato. Su recreación radiofónica para la CBS de la llegada de los marcianos a Nueva Jersey creó un verdadero pánico colectivo en todo el país. Avalado por este éxito, firmó su famoso contrato con la productora RKO, una de las cinco majors que había por ese entonces y que ya había estrenado éxitos como King Kong (1933). En este reportaje de La Vanguardia se cuenta brevemente este hecho, puedes clickar a partir del minuto 1,20.XANADÚ Ciudadano Kane es una obra tan rica que nos daría para rellenar todo el diccionario. Con la x también podríamos haber metido de soslayo El Extraño (The stranger, 1946) la película a la que definió como su peor trabajo y que rodó por encargo cuando aún le quedaba algo de crédito en Hollywood. Pero hemos preferido escoger la mansión de Charles Foster Kane y que ejemplifica bien el ascenso-caída del magnate de prensa. Llegó a tener hasta animales pero al final de los días de este personaje de ficción acaba decrépita y vacía.
YOUNG
Orson Welles hizo prácticamente de todo en la industria. El mismo dijo que se abrió camino hacia abajo en referencia a su descenso en caída libre desde su sonado debut. La música le encantaba y hasta se atrevió a poner su conocida voz a una canción de los 80 "I know what it is to be young". Para él la música era una vocación frustrada, como se deduje de estas declaraciones hechas a El País en diciembre de 1980: «Lo que realmente quería era ser músico. Fui un niño prodigio de la música; tocaba casi todos los instrumentos. Llegué a ser director de orquesta a los trece años. Mi madre era una gran soprano y fue la que me inició en la música, para la que ella vivía casi exclusivamente. Su muerte me produjo un gran choque traumático y jamás volví a tocar, cosa que lamento profundamente, pues la música es para mí la mayor fuente de placer».Z contiene "El corazón de las tinieblas"
El 21 de agosto de 1939 Welles firmó su primer contrato cinematográfico con la RKO, entonces dirigida por George Schaefer, por el cual se compromete a la realización de dos películas en los 17 meses siguientes. Su primer film debía ser El corazón de las tinieblas, la novela breve de Joseph Conrad que décadas más tarde adaptó con éxito Francis Ford Coppola, lo que ya dice mucho de la ambición del cineasta. El proyecto le entusiasmaba y se volcó en él. Pretendía rodarla íntegramente adoptando un punto de vista subjetivo, así veríamos toda la narración a través de los ojos de su protagonista Marlow, a quien nunca veríamos en escena. Semejante revolución no sedujo a la RKO que además en pleno estallido de la IIGM, no podía permitirse el lujo de despilfarrar mucho dinero. Por cierto, a Welles le gustó Apocalypse Now.