Nos hemos acostumbrado a que la palabra Libertad, vivada, subrayada por la palabra "carajo", bien a lo macho, contenga la esclavitud. Digo yo, que quizás sea demasiado estúpido, pero me parece que "la libertad" estaría en contra de que te repriman hasta en el baño, y que uno no pueda ni hablar porque te mandan a los grupos de tareas a que te caguen a palos. ¿Desde cuando es normal que al autoritarismo se lo denomine "libertad"? Y yo que sos tan nabo que hace un tiempo me preguntaba cómo sería la aplicación práctica de la neolengua y el doblepensar de Orwell anunciada en su "1984". Gracias liberautoritarios por enseñarme... "El Partido os decía que negaseis la evidencia de vuestros ojos y oídos.
Ésta era su orden esencial."
George Orwell, 1948
Recordemos que la neolengua está compuesta por palabras ideadas adrede con la pretensión de inculcar una manera de pensar concreta, y su creación implica la supresión de otras muchas que supuestamente son innecesarias. Por ejemplo, se eliminan las palabras "justicia", "moralidad", "democracia"... podríamos agregar "igualdad", "social", "solidaridad" y unos cuantos términos más que fueron anulados de la lengua neoliberal conservadora.
Doblepensar: Se trata un proceso de adoctrinamiento por el cual se espera que el sujeto acepte como verdadero lo que es claramente falso, o que acepte simultáneamente dos ideas mutuamente contradictorias como correctas, a menudo en contradicción con sus propios recuerdos o sentido de la realidad.
Leemos en la Resolución 710/2024:
Evidentemente, este no es un buen momento para las personas a quienes les gusta tener sus propias ideas y pensar libremente. Los brazos armados "libertarios" te puede perseguir por ser comunista, revolucionario, contrarrevolucionario, golpista, científico o parte de un grupo de estudios del Conicet. Recientemente, la diputada libertaria Lilia Lemoine, durante una entrevista en TN, afirmó que "A mí no me ofende que digan que estamos siendo macartistas, porque si algo que vio McCarthy fue que la infiltración comunista en su gobierno era algo real, que después con el tiempo se probó, y no podemos permitirlo". De ahí a la caza de brujas, hay menos que un paso. Uno de las grandes discusiones es si puede haber libertad económica sin libertad política, y qué ocurre si los beneficios de la libertad política terminan destruyéndose en pos de llevar adelante un plan liberal, como ya ocurrió en otros momentos de nuestra historia. La combinación de liberalismo económico con conservadurismo político termina engendrando una contradicción que destruye todo y no lleva a ninguna parte, y mientras se registran en la Argentina índices de pobreza e indigencia similares a los de 2001, el gobierno celebra que bajó la inflación. ¿No la ven o fingen demencia?
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