@lupedelavallina
Cuando empecé a escribir este blog, hace catorce años, todo era distinto y cuando digo todo, me refiero a internet. Todos escribíamos con pseudónimos, nadie decía en qué trabajaba ni a qué se dedicaba, ni se colgaban fotos. Internet era algo de frikis, algo aparte de tu vida real. Empecé a escribir como molinos porque ese es el nombre que había elegido en 1996 para mi primera cuenta de correo en hotmail. No le di muchas vueltas, pensé que molinos era perfecto. Luego pensé que para mis hijas usaría solo las iniciales, para mis hermanos motes inventados y para mi trabajo, para mi trabajo, miré mi mesa de despacho y dije: libros de colores.
Después abrí cuenta en tuiter e instragram, el blog creció, publiqué libros con mi verdadero nombre, di charlas y fui a encuentros. Me hicieron entrevistas. M y C pasaron a ser María y Clara. Conocí a muchísima gente que, a pesar de saber mi nombre, me llamaban Molinos o Moli. Los blogs se apagaron pero yo seguí escribiendo... pero nunca dije dónde trabajaba. Me hacia gracia saber que cuando tecleabas mi nombre en google los primeros resultados te llevaban a Ana Ribera la actriz porno o al personaje de Paula Echevarría en Galerias Velvet. Jamás desvelé que eran los libros de colores, tampoco era importante.Después de veintiún años y cómo ya anuncié aquí, me cambié de trabajo. Dejé los libros de colores, deje Mordor, dejé los doscientos kilómetros diarios y me marché a la oportunidad de mi vida. Hasta hoy no podía contarlo y quiero contarlo. Desde hace un par de meses soy la nueva, flamante y primera Editora Jefe de Prisa Audio. Mi trabajo consiste en escuchar podcasts, pensar ideas, captar talento, recibir, editar y corregir guiones y montajes para hacer crecer las historias trabajando junto con sus creadores. Leo, escucho y descubro. Si hubiera soñado mi trabajo perfecto sería este.
Siempre digo que nunca sabes a donde te va a llevar la vida. Empecé a escribir un blog, empecé a escuchar podcasts y a escribir sobre ellos... y todo eso, más mi experiencia profesional durante veinte años en televisión me han llevado hasta aquí. Porque sí, los libros de colores son la televisión en la que he aprendido tanto que necesitaría otro blog para contarlo. ¿Por qué lo llamé libros de colores? Porque las parrillas de programación con las que trabajamos están llenas de bloques de colores: rojo para películas, azul para informativos, amarillo para programas en directo, verde para documentales, gris para promociones, etc. Se trata de colocar los bloques de colores de la mejor manera posible para que todo funcione, para que encaje, para que lo vea mucha gente.
Para mi nuevo trabajo no creo que invente nada, tampoco hablaré de él aquí por lo menos durante los ocho primeros años como hice con la tele. Seguiré comentando y recomendando podcasts que me gustan y, a lo mejor, en algunos de ellos escucháis mi nombre, el real, en los créditos. En mi nuevo trabajo hay mucha gente que me conoció aquí, leyéndome, y me encanta que a pesar de verme todos los días y saber quién soy me llamen Molinos o Moli. Me encanta.
Llevo meses guardando esta foto para ponerla justo hoy. Todo encaja.