De mal en peor

Todas las semanas, la actualidad informativa me desborda, hay veces que no sé por donde cogerla. Hay tanta gente que se merece que la insulten que uno no sabe por donde empezar. Tengo mis dudas.

1. ¿Porqué no se ha reunido aún el consejo se seguridad de la ONU para decidir algo respecto a Libia? ¿Están liados limpiando mierda en su casa? ¿No han muerto las suficientes personas todavía? .

2. ¿Qué consecuencias traerá, si finalmente se produce, la huelga (esta vez legal, a diferencia de las cuchipandas que montan nuestros maltratados controladores) de AENA? ¿En qué medida se resentirá el sector turístico y la economía española? ¿Y porqué privatiza el Gobierno la mitad del capital de los aeropuertos?

3. ¿Porqué Ruiz-Mateos le manda cartas de amor a Botín? ¿Alguien pagara por esto o de nuevo los que tienen mucho dinero seguirán siendo impunes y los trabajadores terminaran en la puta calle? ¿Volveremos a ver a ese hombrecillo disfrazado de Superman?

4. ¿Cómo es posible que Camps invierta 400.000 euritos en financiar una serie sobre la corrupción? ¿Será lo siguiente un anuncio de trajes de marca?

5. ¿Cómo tiene unas monjitas 1,5 millon de euros en una caja de regañá? ¿Habrán declarado algo a Haciendo? ¿O eso de Hacienda somos todos no le influye a la iglesia?

6. ¿Messi es de este mundo? ¿De verdad?

Y lo que más me aterra, las declaraciones de Mercedes Milá (nunca llegaré a comprender como esta mujer es hermana del gran Lorenzo, maestro de periodistas). Como diría José María García, ojo al dato: “No veo ni un solo resquicio en todo este asunto que pueda ser cuestionado. El periodismo es esto. Mando desde aquí, públicamente, lo que ya he hecho en privado: mi apoyo y mi felicitación a Ana Rosa y todo su equipo”. Obviamente esto es en alusión a las declaraciones de Isabel García, esposa de Santiago del Valle, presunto asesino de la pequeña Mari Luz, que el programa de AR ofreció. Os dejo el vídeo.

Después de ver esto creo que lo único que se puede sentir es vergüenza ajena. Ni una sesión del Senado o el Congreso de los Diputados me pone tan mal cuerpo. Y después de leer las palabras de la Milá, ganitas de vomitar es lo único que me queda.

Y ya que estamos no me voy a quedar con las ganas de decirle a estas dos mujeres, triunfadoras y estandartes de la telebasura, que lo que hacen no es periodismo. Que con su forma de trabajar ofenden a todas y cada una de las personas a las que nos apasiona esta profesión y que la defenderemos cueste lo que cueste. Porque tenemos valores y principios, algo que ellas perdieron por el camino que las ha llevado hasta lo más alto y que a la misma vez, paradojas de la vida, las ha hecho caer hasta lo más bajo.