Votaré.
Votaré por mí.
Votaré también por los viejos sin memoria, temblorosos, convertidos en “las mulas” de los canallas que les ponen en la mano la papeleta que permite perpetuar su ombligo.
por los primeros, con lágrimas,
con arcadas por los segundos.
Votaré por los que tienen memoria pero ejercen de desmemoriados.
Votará mi impotencia creada por el pisoteo del derecho a votar de mis compatriotas exiliados; no vale el voto del indignado cuando gobierna el que indigna a diario.
Votaré con gusto contra los autores del voto rogado, ¿rogar por un voto, bwana? ¿porque gobiernan caciques haciendo lo que les da la gana?
Votaré para que la conciencia no me torture mañana con incómodas preguntas, cuando quizás sea tarde y no valga cualquier respuesta ante una realidad amañada.
Votaré para que tiemblen esos ojos temblorosos que no aguantan de frente una mirada.
Votaré porque soy un granito de arena que con ayuda del viento y más granitos pule rocas milenarias.
Votaré aunque de los beneficios de mi voto se aprovechen los que nunca votan pero nos dicen que hay que votar (y nos sugieren a quien).
Votaré por la gente a la que no le importa la política pero le importa vivir (con permiso de los políticos).
Votaré y no me importaría que “y tú más”.
Votaré como único bálsamo ante tanto lamento,
poniendo fin a mi cansancio.
Votaré para la llegada de un David certero que hiera al Goliat del capitalismo fiero.
Votaré contra los que solo son valientes cuando toca matar y maltratar mujeres.
Contra los que buscan la paz con bombas que entierran a débiles e inocentes.
Voto por que los seres humanos dejen de ser dinero.
Votaré porque es bueno el “resistiré” pero también pensando que esta vez acertaré.
Votaré para que el poder sea atacado por un mal de la vista que impida distinguir blancos y negros, ciudadanos y refugiados.
Votaré para que venga un virus que acabe con el miedo.
Votaré porque no da lo mismo el “¿qué más da?”
Votaré porque es un vómito incontenible.
Votaré que se rebaje la clasificación del terror dejándolo en algo temible.
Votaré para que las agencias clasificadoras acaben desclasificadas y ahogadas en su moda basura.
Votaré para que cuando me hablen de Banderas piense que se refieren a Antonio.
Por la creación de la República Sinalma y que allí vivan tranquilos todos los desalmados.
Votaré para que la corbata deje de ser lo único que le cuelga al hombre, el símbolo de las formas que siendo tan pequeño oculta grandes deformidades.
Votaré para que los papeles no sean más importantes que la vida.
Votaré para que no sean ruines y miserables quienes dicen una verdad.
Votaré por todo lo que me olvido y para lo que no llega la tinta de mi tintero.