Revista Coaching
Óscar Esquivias y un servidor en Fnac Castellana.Tiempos difíciles éstos de las presentaciones de libros. Estrés, nervios, la tensión propia del debut. Mientras tanto uno tiene que trabajar a jornada completa, cumplir con las labores domésticas, contestar emails, leer, hacer algo de deporte, actualizar el blog... Y las horas del día no dan para todo. Por eso me alegro que hayan pasado ya dos de las presentaciones, quizá las que generan más tensión, la de Madrid, con una Fnac llena a rebosar, y la de Zamora, donde estuve como en casa. Nos queda Barcelona y más adelante León. Pero ya los plazos son otros, y el ritmo también. Ahora sólo resta esperar que “Biblioteca Nacional” se pueda defender por sí misma en las mesas de novedades y en los tablones de la crítica. Hasta ahora, salvo un par de excepciones, la obra está gustando y, sobre todo, está llamando la atención. Y es que ésta es mi propuesta, y es mi vida; la cuerda floja y el vacío me pirran, no lo puedo evitar. No obstante, intentaré volver en breve a una vida reposada y tranquila, sin grandes sobresaltos que aceleren la alopecia; una vida más en escritor, más de leer, escribir y recuperar una fertilidad creativa que tanto sarao me ha llevado a perder.