Hoy os recomiendo todo un clásico si se trata de ir de ”picoteo” por Granada, el bar Los Diamantes. Esta céntrica taberna situada en plena calle Navas, es uno de los mejores sitios si se quiere disfrutar de un buen pescado frito. Además de sus fantásticas tapas y su gran ambiente destaca que, en este caso, la calidad no va reñida con el precio, y es que es el esfuerzo económico suele ser mínimo si lo comparamos con el asegurado homenaje gastronómico.
Dentro de la calidad de su cocina, y aunque todo es delicioso, llaman la atención varias de sus especialidades como las mollejas, la casquería fina, las tortillas y, en general, y como he dicho anteriormente, todas las tapas de pescado.
El pequeño local, de forma alargada, siempre se encuentra a rebosar, pero la espera merece la pena; el espacio respeta perfectamente el ambiente granadino por su carácter alegre e informal. Igualmente, no podemos olvidarnos de su interior minimalista que es sencillamente extraordinario.
Recomendado sobre todo por los locales de la zona, es difícil encontrarse a algún foráneo, y es que si no conoces el truco de sus esplendidas recetas, casi siempre tradicionales, no es un lugar que por su aspecto exterior llame la atención.
Y es precisamente en este punto donde reside uno de los encantos que hace que prácticamente sea imposible encontrar un lugar donde sentarse, y que la barra sea la absoluta protagonista del lugar. ¿Pero qué hay más típico que tomarse una buena bebida junto a una buena tapa en la barra?
En definitiva, una de las mejores opciones para los estómagos más exigentes si hablamos del típico “tapeo” en Granada.