Revista Cine
Director: Roland Klick
Y ha llegado la hora de "Deadlock", de Roland Klick. Hemos saldado esta deuda pendiente. Creo que fue en febrero que comentamos "Supermarkt" con la promesa de ver las otras dos ("Bübchen" y la de ahora) lo más pronto posible. Esto es lo más pronto que pude. No me voy a mortificar, por favor...
A priori "Deadlock" es una propuesta que luce sumamente atractiva e interesante, amén de su cruce de géneros entre el western y el noir, y una serie de elementos narratológicos que, vuelvo a lo mismo, en el papel, se ven la mar de prometedores. Además, el arranque de la película, digamos sus primeros cinco minutos (hasta que aparece el título del film, para ser específicos), era sensacional y contundente declaración de intenciones: un hombre herido camina con un arma en una mano y en la otra, un maletín presumiblemente lleno de dinero; la banda sonora precisa y ad hoc, el montaje "confuso" y deliberadamente desorientador, la carencia de diálogos (la atmósfera silenciosa), y la ruda y sucia fotografía coronada por un sol inclemente conforman un relato más bien behaviorista, directo al grano, en donde el pilar de la narración (así como el motor narrativo del relato) es la acción y el fuego cruzado de voluntades tenaces y suicidas dispuestas a las últimas consecuencias con tal de ser el último en pie. El caso es que a este hombre lo encuentra otro sujeto que lo lleva a un pueblo minero abandonado, polvoriento y oxidado, en donde no vive nadie más a excepción de una muchacha y una vieja (no me queda claro si son, respectivamente, la hija y la esposa del "buen samaritano"; la información entregada por los personajes es vaga y contradictoria), lugar sin dios ni ley, escenario en donde impera la fuerza. Y por si fuera poco, el hombre del maletín anuncia la pronta llegada de un tal Mr. Sunshine, el jefe de todo el entuerto. Como ven, los elementos prometían una historia tan apabullante como deliciosa, un áspero y austero pequeño caos a punto de explotar. Sin embargo, con el correr de los minutos, aproximadamente a partir de los veinte minutos (momento hasta el cual las características descritas se mantenían medianamente), el relato se torna cansino y poco interesante gracias a un montaje bastante extraño y desprolijo, con una verdaderamente confusa fragmentación del espacio y de las escenas, pero sobre todo debido a un argumento que se diluye en un torrente de personajes y propósitos poco definidos y acciones francamente cuestionables, incluso inverosímiles, y también alargadas y reiteradas hasta el cansancio. Lo que parecía ser un salvaje y atávico choque de voluntades deviene en un simple y superfluo juego de egos que no varía en ningún momento (el "buen samaritano" nunca tiene la ventaja, Mr. Sunshine es quien claramente maneja los hilos... en otras palabras, el conflicto se queda estático todo el tiempo), y así seguimos de manera previsible hasta que, en los últimos cinco o diez minutos finales, Roland Klick recupera la fuerza del inicio, aquella estilizada ejecución (si bien a lo largo del metraje hay escenas formalmente bien logradas, el arranque y el cierre alcanzan una calidad alucinante y arrolladora precisamente por traer de vuelta esa actitud pulp), a través de una inesperada explosión de violencia que bebe de esa promesa inicial: que seríamos testigos de un relato ultraviolento, sin concesiones, que sacaría a flote las más bajas y salvajes pasiones de un ser humano capaz de derramar sangre, sudor y lágrimas por un puñado de dólares.
No diría que "Deadlock" es mala o fallida, después de todo es una propuesta interesante, sin embargo sus potentes arranque y final no logran compensar un desarrollo tedioso, plano e iterativo, carente del riesgo/atrevimiento suicida y descarado que tanto necesitaba.
Aprovechando la temática, humildemente les recomiendo las únicas dos o tres referencias que se me vienen a la cabeza: "Los desesperados", un magnífico cómic escrito y dibujado por la dupla Mezzo-Pirus; "Les Étrangers", un excelente y certero western-noir dirigido por Jean-Pierre Desagnat y protagonizado por Michel Constantin; y la más reciente "Nocturnal Animals", principalmente por la novela protagonizada por Jake Gyllenhaal y Michael Shannon. Y no estaría nada de mal leer las adaptaciones comiqueras que el gran Jacques Tardi hizo de algunas novelas del gran Jean-Patrick Manchette (de quien sólo he leído "Caza al asesino", pero algo es algo). En fin... ¡a seguir buscando historias violentas!