Revista Cocina

Degustando el callejón del gato. Paso 2: Taberna Pompeyana

Por Rodrigo Rodrigo Martin Antoranz
Degustando el callejón del gato. Paso 2: Taberna Pompeyana
Degustando el callejón del gato. Paso 2: Taberna Pompeyana
Tras salir de La tía Cebolla, seguimos caminando por el callejón de Álvarez Gato (Número 5) hasta toparnos de bruces con un lugar peculiar. Su fachada rocambolesca, de maderas trilladas, colores gastados, y con una oronda mujer desnuda mirándote con ojos entre cómicos y viciosos. Te pica la curiosidad y no puedes resistir la tentación de adentrarte en La Taberna Pompeyana.

Degustando el callejón del gato. Paso 2: Taberna Pompeyana

Pila bautismal de cacahuetes en la entrada...

Degustando el callejón del gato. Paso 2: Taberna Pompeyana

Declaración de intenciones. ¿Te atreves a pasar?


La taberna Pompeyana o "La Pompe" - como se la conoce en el barrio - es una taberna temática, la única del callejón, y respira originalidad por cada uno de sus recodos. Una vez que penetras en sus paredes te sientes catapultado a otro lugar, a otra época, a otro tiempo.

Degustando el callejón del gato. Paso 2: Taberna Pompeyana
La decoración de este lugar es una ilustración de la cultura romana. No estás en cualquier sitio, estás en todo un local gastronómico que emana virtuosismo y preciosismo. 
Roma en todo su esplendor y dividida en dos: la Roma imperial, de la suntuosidad, el dinero, el exceso y la opulencia. Y el Lupanar, la otra Roma: la del pueblo, la pagana, de la lujuria, del oscurantismo y misticismo. 
La idea es recrear para el cliente - que es lo único que les importa - una taberna desenterrada de Pompeya. Prueba más que conseguida.
Degustando el callejón del gato. Paso 2: Taberna Pompeyana

Cada mínimo detalle captará tu atención por su alto nivel. Solo con pasear la vista irás descubriendo todo tipo de elementos peculiares: calaveras, pinturas paganas, esculturas de diosas, fuentes, barras de mármol macizo, Cristos invertidos, dibujos provocadores en paredes...
Degustando el callejón del gato. Paso 2: Taberna Pompeyana
Degustando el callejón del gato. Paso 2: Taberna Pompeyana
Degustando el callejón del gato. Paso 2: Taberna Pompeyana
Degustando el callejón del gato. Paso 2: Taberna Pompeyana

Una vez que te asientas con el sano propósito de llenar el buche, llega la oferta culinaria. Podrás elegir entre posicionarte como un romano imperial o un romano pagano, pero la comida y la bebida serán las mismas. Pese a proponer pizzas cabe destacar que no son una pizzería ni son un local italiano. Su amplio abanico les da el poder de consolidarse como una Taberna multi-gastronómica dentro de un escenario temático.
Degustando el callejón del gato. Paso 2: Taberna Pompeyana
Eso sí, puedes arrancar probando sus pizzas 100% artesanas. Desde la masa hasta la materia prima. Su preocupación por dotar a este producto de calidad italiana, les hace importar la harina y la mozzarella de "la bota". 
De ahí también salen otros clásicos como la pasta o la lasaña. No dejes de sumergirte en sus creaciones en horno de piedra y elige entre sus 10 variantes de pizzas con auténtico sabor italiano, jugosas y vibrantes. Y apunta que también las tienen para llevar...

Degustando el callejón del gato. Paso 2: Taberna Pompeyana

Horno de piedra "la Pompe", especial para pizzas artesanas...


Degustando el callejón del gato. Paso 2: Taberna Pompeyana

Acompaña estos primeros momentos catando su sidra natural asturiana. Aquí prima que el cliente se divierta y sea interactivo con el entorno, por lo que te enseñarán a escanciar la sidra. El resto ya dependerá de ti: prueba, líala, no te importe, al final serás un experto escanciador. Para ellos "ensuciar" forma parte del espíritu de la taberna, rescatada de las ruinas de la bella Pompeya. 
La propuesta continua con un menú estable de 10 euros - también en fines de semana - y con una oferta acorde con cada estación del año
Todo continua con una deliciosa carta de raciones: setas, gambas al ajillo, paella, croquetas caseras, rabo de toro, jamón ibérico, empanadas, tortilla de patatas, albóndigas... Y su gran cocido madrileño. Grande por sabor y por tamaño, que hará las delicias de los amantes de la cocina casera y de los turistas ávidos de los aromas castizos.
Degustando el callejón del gato. Paso 2: Taberna Pompeyana

Degustando el callejón del gato. Paso 2: Taberna Pompeyana
 
Degustando el callejón del gato. Paso 2: Taberna Pompeyana

Sin duda una parada obligatoria, por variedad y originalidad. La Taberna Pompeyana despertará tus sentidos en muchos aspectos y no te dejará indiferente. Es tu turno, ha llegado el momento de entrar en los dominios de Roma sin salir de un diminuto callejón en el centro de Madrid. Te puedo asegurar que no te arrepentirás. Es hora de comer. Es hora de ser un pompeyano más... 
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