Hace relativamente poco que se estrenó su adaptación en cines, nada más y nada menos, que de la mano de David Fincher. Como cinéfila es inevitable que al oír dicho nombre no salte de alegría. Soy muy fan de este director, razones hay: Seven, El club de la lucha, La red social ... Que con sólo nombrar las dos primeras ya es suficiente.
SINOPSIS: En un caluroso día de verano, Amy y Nick se disponen a celebrar su quinto aniversario de bodas en North Carthage, a orillas del río Mississippi. Pero Amy desaparece esa misma mañana sin dejar rastro. A medida que la investigación policial avanza las sospechas recaen sobre Nick. Sin embargo, Nick insiste en su inocencia. Es cierto que se muestra extrañamente evasivo y frío, pero ¿es un asesino?
Cuando todo salió a la luz, primero que se iba a adaptar y más tarde todo lo demás, me alegró saber que Fincher estaría detrás de las cámaras dirigiendo (eso ya era un incentivo). El reparto por otra parte podía gustarte o no (sobre todo si habías leído la novela, pues te vuelves más tiquismiquis). Y pese a lo que pueda parecer, Ben Affleck me pegaba para el papel de marido tontito. De hecho, incluso creo que lo borda. Se le da muy bien esos papeles, veremos a ver otros... (Sí, soy de ese 90% que no le ve en el papel de Batman, que os voy a contar, Christian Bale dejó el pabellón muy alto. Le concederé, no obstante, el beneficio de la duda).
Cuando me leí Perdida ( Gone Girl), como un año antes (más o menos) de que se hablara de adaptarla a la gran pantalla, era la primera vez que tenía el gusto de leer a Gillian Flynn, y he quedado totalmente satisfecha. Bien es cierto, que al comenzar no parecía nada especial, una novela negra, policíaca, con su historia y su suspense. Bien, sin más. Pero a mitad de la lectura, fue todo un descubrimiento, me sorprendió y esquivó hábilmente todo lo que esperaba de ella. Me engañó como espectadora y me atrapó como lectora. No me esperé ese giro argumental y mucho menos que ocurriera tan pronto. En fin, lo normal, o lo esperado, es que se vaya dando pequeñas dosis de altibajos para que el lector tenga el interés suficiente como para no darlo de lado, y lo tenía, pero lo que te desvela te deja tan atontado que a partir de ahí necesitas, sí o sí, llegar hasta el final, aunque lo que te quede por leer sea de lo más aburrido (que no lo es). Su narración es impecable, me gusta mucho la mezcla de los diarios y vuelta a la realidad, las pistas... Y cuando llegamos al final, donde ya sabes de qué pie cojean todos los personajes, de repente, te llega una nueva bofetada que te pone en tu sitio. En definitiva Flynn consigue lo que se proponía y con creces.
¿Qué ocurre con la película? Que la adapta a la perfección. Bien es cierto (pero esto puede ser sólo defecto de leer la novela antes, aunque siempre, siempre, lo recomendaré) creo que se hacía evidente esa primera sorpresa de la que os hablaba sucede en la mitad del libro. Quizás sean imaginaciones mías pero, aunque no tengo nada en contra del doblaje, creo que revela mucho más de lo que se pretendía. Mención especial a Rosamund Pike (Amy), que está espectacular, todo el reparto lo está, pero ella brilla.
Por otro lado, el desenlace, que tanto asustó y desagradó a mi cuñada (ya sabréis a que parte en concreto me refiero), para mí fue de lo más espectacular; lo bordan. Lo curioso es que cuando leí el libro, el final me disgustó, y odio decir esto, porque la gente se desanima y descarta el libro por completo, pero no puedo mentir, así fue. Sin embargo, y aquí viene la inyección de esperanza, es que al ver la película y oír rumores de que cambiarían el final, me disgusté, fíjate tu por donde. Pero no lo hicieron (menos mal). No sé si fue por verlo en pantalla o por haberlo asimilado después de leerlo, pero me gustó. Quiero decir, así es la vida, no todo tiene que ser perfecto y políticamente correcto. Por ello creo que, aunque es un final controvertido, me gusta precisamente por eso.
Leer la novela si no habéis tenido el gusto, en serio. Y ver después la película, es la perfecta combinación. Fincher (aquí) no falla.