Revista Cultura y Ocio
De manera humilde y aunque sea en un segundo o incluso tercer plano, la animación española,sin llegar a constituirse como una industria de por sí, ha logrado generar una gran cantidad de obras, algunas de ellas realmente destacables, que no debemos permitir que caigan en el olvido. Hace ya más de cien años de las consideradas comoprimeras animaciones que se realizaron en nuestro país, período queya se puede considerar un capítulo importante en nuestra historiay que se debe registrar de alguna forma y, para ello, la editora de DVDs Cameo nos presenta un digipack formado por tres discos y un libro que realiza un extenso y concienzudo repaso por todoeste olvidado capítulo de nuestro cine.
Comenzando con una obra del mundialmente conocido Segundo de Chomón de 1909, Le théâtre électrique de Bob, y terminando con Estela de Frederic Amat de 2015, en el pack Del trazo al píxel: Un recorrido por la animación española, nos ofrece una extensísima visión detoda la historia de nuestra animación, abarcando una gran cantidad de cortometrajes, una amplia selección de anuncios e incluso un largometraje. Todo esto conformael contenido completo, un total de ocho horas a las que se suma un libro de 160 páginas con diferentes ensayos y fichas de todas las obras que integranel excelente y cuidado pack. Entre la selección de 52 títulos podemos encontrar magníficas obra como son Minotauromaquia: Pablo en el laberinto, El ruido del mundo, Zepo o Cirugía. Entre todas estas obras podemos encontrar múltiples técnicas de animación como por ejemplo stop motion (Ballet burlón, Profesor Nefario), figuras de plastilina (Minotauromaquia), plastilina sobre cristal iluminado (El ruido del mundo) o arena (Zepo), animación tradicional (La doncella guerrera, Día a día) o incluso animación digital (Princesa china). En un conjunto tan variopinto resulta fácil encontrar muchas obras poseedoras de gran personalidad y de estilos muy claramente definidos, incluso llegando a hacer claras referencias o viéndose muy influenciados por grandes animadores extranjeros como ocurre en Estado de cambio, que recuerda mucho a los trabajos del checo Jan Svankmajer, o en How to Cope with Death, donde se aprecia la influencia del cine de Sylvain Chomet, llegando incluso a percibir influencias de Tim Burton en Profesor Nefario.
Cameo edita un interesante pack cuidado en todos sus detalles, incluyendo su presentación, con gran cantidad y calidad de contenido tanto en los DVDs como en el libro, añadiendo también algunos extras, como por ejemplo las presentaciones de algunos de los cortometrajes por parte de los autores que los realizaron. Magnífico y muy necesario para todo aquel que tenga el más mínimo interés en explorar estos terrenos del cine español tan denostados y olvidados generalmente.