Revista Cocina
Hace unos días, la gente de La Güertina d’Aldea una web dedicada a la comercialización on-line de ingredientes para la elaboración de auténtica fabada asturiana, se puso en contacto con nosotros para ofrecernos su producto para ser sometido a un riguroso análisis y posterior juicio público.
Concretamente nos enviaron su Caja de cinco raciones compuesta por 500 g. de fabas de Asturias y su compango compuesto a su vez por dos chorizos, una morcilla y 100 g. de panceta.
Las fabes y el compango vienen embasados al vacío dentro de la caja, que muestra orgullosa su sello como productor nº 568 del Consejo Regulador de la Indicación Geográfica protegida Faba Asturiana.
El reto consistía básicamente en cocinar su producto y darnos el gustazo de comerlo para comprobar si realmente merecía la pena y hemos de decir que ha superado la prueba con nota, ¡con muy buena nota!.
Como quiera que este blog luce el código de “Cocina honrada” y el que escribe estas líneas no se va a cortar en decir lo que piensa, era fundamental preparar la fabada para proceder a su degustación, pues llevar ese sello compromete a no recomendar a nuestros seguidores un producto que no nos satisfaga a nosotros mismos, es decir, aseguramos que si recomendamos un producto es porque lo hemos probado y sí nos ha gustado. Nunca veréis aquí recomendar un producto que no haya pasado por nuestro ojo crítico. Esta fabada lo ha hecho y yo mismo os aseguro que he disfrutado mucho comiendo esta exquisitez.
Hay por ahí muchas recetas de fabada en las que se añade cebolla, ajos, pimentón, etc… evidentemente cada cual es libre de elaborar su receta como prefiera, de hecho yo muchas veces añado azafrán porque me gusta su sabor. Pero en este caso nosotros pensamos que había que hacerlo de la forma más tradicional posible, es decir, utilizando agua, fabes y compango, nada más, ni siquiera sal, pues se va a obtener del embutido y, además, de esta forma nos asegurábamos de efectuar una cata lo más fiel posible del producto a juzgar.
1.- Así, la noche anterior dispusimos las fabes en abundante agua fría.
2.- Al día siguiente, introducimos las fabes en la olla de cocción y sobre ellas dispusimos el compango, tal cual, sin cortar ni nada. 3.- Cubrimos con agua. 4.- A continuación cocinamos a fuego fuerte hasta que rompa a hervir, desespumamos. Luego bajamos el fuego y “asustamos” por primera vez (aplicamos un poco de agua fría para cortar la cocción). 5.- Mantenemos a fuego bajo, pero sin que deje de hacer “chup-chup” y muy controladas para evitar que se queden sin cubrir de agua o se “pelarán”. Volveremos a asustar de vez en cuando, unas tres veces en total o cuando baje el nivel del agua. 6.- Y unas 3 horas después (hay que probar hasta que estén tiernas) tendremos nuestra fabada terminada a la que conviene dejar reposar un buen ratito antes de comerla, de hecho, está mucho mejor de un día para otro.
Consideraciones:
No hay que remover NUNCA la fabada mientras se cocina o se desharán las fabes. En lugar de remover, haz movimientos suaves de vaivén en la olla.
Conclusión:
Sí chic@s, os recomendamos el producto, que además creemos que tiene un buen precio, pues 19,99 € por cinco raciones, o más, a nosotros nos dio para seis, creemos que es muy correcto dada la calidad de la materia prima.
En fin, daos una vuelta por su web, dónde, además, veréis un vídeo sobre la receta y hay descuentos por comprar más de un kit.