Como bien dice Samuel Fuller en su breve aparición en "El Desprecio", el cine es una batalla. Una contienda que en ocasiones se traslada del propio rodaje a los tribunales, con demandas judiciales verdaderamente originales en algunos casos. El mundo está loco loco, pero en ocasiones la realidad supera a la ficción con las siguientes historias del Show Business:
1. Tony Kaye vs. New Line Cinema
QUIÉN:
Tony Kaye es nada más y nada menos que el responsable de American History X, una de esas película que marcan una década. Reputadísimo director de publicidad y videos musicales, sus carácter un tanto demente le ha llevado a enfrentarse a todo aquel que se le pusiese por delante. Como ejemplo la que le lió a la agencia McCann Erickson por diferencias en los segundos finales de un anuncio de Bacardi. Mandaron a otro director a rodar a la República Dominicana, pero Kaye se les había adelantado, escondiendo a los dominicanos que salían en el anuncio y enviándolos- todo pagado por él- a Londres para manifestarse en una camioneta Rastafari a las puertas de la agencia. En Filmin hablamos de su figura en un Desaparecidos, pero os refrescamos la memoria con uno de sus mejores trabajos publicitarios, el cual nos hace pensar en la mente detrás de semejantes imágenes:
MOTIVO:
Tras un rodaje más o menos tranquilo y ajustado al presupuesto inicial, Tony Kaye enseña a la productora New Line su montaje de American History X. Éstos afirman que hay que quitar un total de 18 minutos y Kaye monta en cólera. Asiste a una reunión al respecto acompañado de un cura católico, un rabino y un monje tibetano. Pone 100,000 dólares de su bolsillo para pagar una serie de anuncios en donde denuncia las manipulaciones de la productora y Edward Norton. Finalmente ha de claudicar, pero pide expresamente que en los créditos no figure su nombre sino el pseudónimo Humpty Dumpty. Ante la negativa de New Line, el director británico los demanda por un total de 200 millones de dólares.
RESOLUCIÓN:
Desgraciadamente la demanda no llega a ningún puerto- imaginar a Tony Kaye con 200 millones de dólares resulta turbador- y la película se exhibe con el montaje de la productora. A día de hoy Kaye afirma que no ha visto entera una versión que considera mucho peor de la que él proponía. Sus constantes enfrentamientos con la industria le han convertido en un Don Quijote, cuyos proyectos son múltiplemente rechazados, pero Tony Kaye se ha ganado un lugar en nuestros corazones. Últimamente ha reverdecido un poco, con un excelente documental sobre el aborto titulado "Lake of Fire"(2006) y "Black Water Transit" (2009) una película lamentablemente no estrenada con Lawrence Fishburne. Los días de Humpty Dumpty parecen haber quedado atrás.