Tipo de crítica: Novedad 2010
Autor: Motomi Kyousuke
Título original: Dengeki Daisy (Japón, saga de 8 tomos y todavía abierta)
Clasificación: cómic manga realista y sin traducción al castellano
Valoración: 5 sobre 5
Tras la muerte de sus padres, Kurebayashi Teru queda a cargo de su hermano mayor, Souichirou. Nada ni nadie podría presagiar que, demasiado pronto, él también dejaría este mundo y a su hermana totalmente sola. O no del todo, ya que antes de morir le da un teléfono móvil con una única dirección de email, la de “Daisy”, una persona de total confianza que la apoyará siempre que haga falta y la animará en los momentos en los que lo necesite, tal y como hubiera hecho él mismo. Confiando en la palabra de su hermano Teru, Kurebayashi comienza un intercambio de emails que con el paso del tiempo se va haciendo más continuado, hasta el punto de que Daisy se convierte en la persona más importante para Teru. Ella nunca le/la ha visto, pero no le importa, pues es feliz tan solo sabiendo que Daisy está ahí. Su vida transcurre de forma tranquila y sin percances hasta que un día rompe una ventana del instituto y para saldar su deuda se ve obligada a trabajar para el extraño y atractivo conserje, Kurosaki Tasuku, quien no dudará en tratarla de forma totalmente tiránica. Pese a ello, y entre pelea y pelea, se forjará entre ambos una sólida amistad que se verá puesta a prueba cuando alguien comience a perseguir a Teru por algo que al parecer creó su hermano y que se cree que ella tiene en su poder.
En Japón el mercado del manga es increíblemente amplio en la práctica totalidad de sus vertientes, por ello se hace tan difícil encontrar obras que destaquen y aporten algo nuevo con respecto al resto. Por suerte, cuando uno es asiduo a estas lecturas acaba encontrando verdaderas joyas que brillan con luz propia sin caer en estereotipos ni fórmulas manidas y con olor a rancio. Este es el caso de Dengeki Daisy, un manga que es una auténtica delicia. Por descontado, lo primero que se puede destacar del trabajo de Motomi Kyousuke es la calidad de su trazo, limpio y dinámico, con viñetas que van desde el dibujo más cuidado hasta aquel con las expresiones más hilarantes, y es que si algo no le falta a Dengeki Daisy es humor, escenas y situaciones que irremediablemente nos arrancan una sonrisa e incluso una carcajada. Sin embargo, que nadie se equivoque, no estamos ante un manga humorístico, o al menos no del todo, ya que su trama va mucho más allá de los simples chascarrillos. Si bien en un principio la intriga se centra sobre todo en saber quién es Daisy, una vez que se desvela este detalle al lector, el misterio se amplía y oscurece para rodear a nuestros personajes. Concretamente gira en torno a la figura del hermano de Teru, con preguntas como qué fue lo que descubrió o inventó que tanta gente busca, si se lo legó verdaderamente a su hermana aunque ésta no sea consciente de ello, por qué eligió a Daisy para cuidarla y por qué para éste estar cerca de Teru debe recordarle su error y significar su castigo, qué fue lo que hizo Daisy… Muchas incógnitas que enganchan a esta trama tan bien tejida y que con tanta perfección mezcla las dosis justas de cada elemento; humor, misterio, acción y por supuesto amor, porque no olvidemos que estamos ante un shôjo. Eso sí, sin escenas pastelosas ni topicazos ya gastados de tanto uso. No, ya decía que Dengeki Daisy es diferente, aquí los sentimientos flotan en el ambiente y más de una vez están a flor de piel, pero las situaciones serán totalmente acordes a las personalidades de los personajes y a las circunstancias que viven. Y tanto Teru como Kurosaki son únicos, y única es su relación, porque si algo más destaca en este manga son sus magníficos personajes, desde el primero hasta el último de ellos. Unos protagonistas con fuerza y carácter, nada de chicas tontas y pusilánimes: Teru es una joven de armas tomar y desde luego no le va a la zaga al demonio de Kurosaki. Los secundarios, de auténtico lujo, nada tienen que envidiar a la pareja principal.
Nunca hay suficiente ración de Dengeki Daisy, nunca te llenas ni te hartas de Teru, Kurosaki, Riko y demás personajes que plagan y dan color a este manga. Una obra que merece totalmente la pena por su calidad general, que la hace destacar por encima de muchas otras del género. Una joyita para saborear que se acaba convirtiendo en una verdadera adicción.