Denisova y la filtración híbrida

Secuencian el ADN mitocondrial completo de la "mujer X", la ¿nueva especie? humana encontrada en la cueva de Denisova. Y todo se cubre de una niebla misteriosa. Que si es un Homo erectus, que si es un neandertal, que si es un híbrido, que si hay que esperar a secuenciar el ADN nuclear... John Hawks, sin duda a sueldo de la OEOS, ha realizado un FAQ especialmente confuso con el fin de neutralizar la consecuencia principal de este estudio. ¿Por qué ya no se llama "mujer X" a este genoma clave? Porque la OEOS ha enviado instrucciones a los principales medios y blogs, según las cuales debemos hablar de una "población" o "variedad humana" llamada "los denisovanos".
El ADN de Denisova, por su fecha estimada de divergencia, por su localización geográfica, por la ausencia de rasgos diagnósticos en el diente asociado, y por la presencia de fragmentos compartidos con los actuales polinesios (otro evento de hibridación confirmado), permite realizar una segunda tanda de comparaciones entre el genoma neandertal y los distintos genomas humanos actuales. Y esas comparaciones (que, no seamos ingenuos, ya se han hecho) tienen una consecuencias sociopolíticas que han sido consideradas "peligrosas" por la OEOS. Seguramente por esa razón me ha llegado ya 17 veces, por diferentes vías (twitter, email, un CD enviado a mi propio domicilio...), un PDF con un supuesto estudio de Nature, en el que se demostraría que la secuencia mitocondrial de Denisova estaría fatalmente dañada y contaminada, y por tanto cualquier trabajo posterior de genómica comparativa tendría que ser abortado.
Vamos a ser claros, arriesgándonos a que nos ocurra cualquier cosa (desde un bombardeo en el ciberespacio hasta algo peor): el genoma de la mujer X permite distinguir exactamente qué genes nos han aportado los neandertales a las poblaciones de fuera del África negra, y qué genes aportó un "Homo erectus avanzado" de dientes pequeños y gran cabeza dolicocéfala, a ciertas poblaciones de Oceanía. Permite, también, la identificación de determinados genes de "pureza sapiens" frecuentes en África y perdidos o degenerados en el resto del mundo como consecuencia de hibridaciones posteriores. Finalmente, se habla de otro cruce más, el más reciente de todas, que afectaría al sudeste asiático, y que sería compatible con la hipótesis floresiense. Todos esos genes tienen, según los rumores, efectos físicos y psicológicos muy concretos, de tal manera que su conocimiento conduciría inevitablemente a conflictos raciales e internacionales.
Los cables filtrados sobre este asunto contienen conversaciones con científicos como Anatoli Devianko o Janet Slatskins, enumerando rasgos aportados por los neandertales como el ser pelirrojo, la frente inclinada, dislexia, una puntería asombrosa, el vello denso en la espalda y los hombros, el corazón octocameral, el "pecho palomo", la vigorexia, la capacidad de nadar en agua casi helada a los 90 años y el pene pequeño. Los rasgos aportados por el Homo erectus denisovensis incluirían la hipernaria (nariz extremadamente ancha), la visión nocturna, la capacidad para digerir celulosa, y la traducción hemisférica simultánea de varios idiomas (algo que encontramos en los aborígenes australianos). El cruce con el homínido desconocido del sudeste asiático (¿floresiensis?) sería el responsable del síndrome del microcéfalo superdotado, el pie invertido, la hipertrofia mamaria y las encías cornificadas. Finalmente, entre los genes de "pureza" sapiens estarían los dientes blancos, la esteatopigia, la multiorgasmia, el oído musical, la facilidad para el procesamiento hipotético-deductivo-recolector y la tendencia al entusiasmo exagerado con instrumentos musicales sencillos como la vuvuzela o la zambomba.
A pesar de las preocupaciones censoras de la OEOS (Organization for the Establishment of Official Science, para los despistados), toda esta información no tiene necesariamente que conducir al conflicto racista. La humanidad, condenada al autoconocimiento, tiene que ser capaz de convivir aceptando su naturaleza híbrida y la diferenciación genética que ésta ha producido. Por favor, no más PDFs infumables ni amenazas telefónicas. Dejadme vivir en paz, repugnantes pelirrojos genitalmente acomplejados, sin frente ni ritmo musical alguno.