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Depresión: definición, causas y tipos

Por Davidsaparicio @Psyciencia

Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), entre el 8% y el 15% de las personas sufrirán depresión a lo largo de su vida, y actualmente, 350 millones de personas sufren depresión en todo el mundo. También según la OMS, actualmente este trastorno mental es la principal causa de discapacidad en todo el mundo.

Sin embargo, pese a esto, existe aún hoy en día mucha desinformación al respecto. Y es que muchas personas suelen confundirla con sentirse tristes o melancólicos.

El término depresión suele utilizarse de forma general para describir a los trastornos depresivos, pero es importante tener en cuenta que no todos son lo mismo y cada uno de ellos tiene diferente sintomatología.  

La depresión es una de las principales patologías atendidas en atención primaria de la salud mental en el mundo entero, y, como hemos adelantado, es la mayor causante de discapacidades producidas por trastornos mentales. Pero, ¿qué más sabemos sobre la depresión?

¿Qué es la depresión?

Se trata de un trastorno del estado de ánimo en el que la sensación de tristeza y abatimiento son constantes. No se siente placer o interés por ninguna actividad y aparecen algunos síntomas somáticos. 

Es importante tener en cuenta que sentirse de esta manera no es necesariamente señal de tener depresión, pues para que se le considere como tal, debe cumplir con ciertos parámetros y temporalidad.  

Para su diagnóstico se utilizan los criterios establecidos por la Asociación Americana de Psiquiatría en su Manual Diagnóstico y Estadístico, más conocido como DSM-5, y el CIE-10, que muestra la Estadística Internacional de  Enfermedades y Problemas Relacionados con la Salud.

Es necesario que la persona presente por lo menos 5 de los síntomas descritos en los manuales, por un período consecutivo de mínimo 2 semanas, para que pueda ser considerado como depresión.

Las afectaciones de la depresión van mucho más allá del estado de ánimo, pues incluyen cambios físicos, alteraciones cognitivas, como dificultades para concentrarse, alteraciones de los patrones de sueño, entre otros que más adelante explicaremos.  

Es mucho más frecuente en mujeres que en hombres, principalmente antes de los 45 años. Esto no quiere decir que un hombre o un adulto no puedan padecerla, pues la depresión no discrimina. Se puede presentar en adolescentes, ancianos e incluso en niños.

Causas de la depresión

Hasta el momento se desconoce la causa exacta de la aparición de la depresión, sin embargo, se sabe que existen factores intrínsecos y extrínsecos que juegan un papel fundamental.

Estudios como el de Campagne (2012), publicado en la revista SEMERGEN (Medicina de Familia), demuestran que factores sociales, orgánicos y ambientales, pueden tener influencia en la aparición de la depresión. No obstante, a pesar de no haber un criterio único en cuanto a la causa de la depresión, se sabe que el factor hereditario es muy importante.

Se han identificado diferencias físicas en el cerebro de las personas con depresión que junto con alteraciones de la química cerebral causan cambios en los efectos y funcionamiento de los neurotransmisores además de un desequilibrio hormonal que pueden ser los causantes de su aparición. 

Aunque no existe un consenso en relación con las causas, se sabe que hay algunos factores de riesgo que incrementan la posibilidad de presentar depresión, entre los que se encuentra:

  • Experimentar situaciones traumáticas.  
  • Algunos rasgos de personalidad. 
  • Estar expuesto a mucho estrés. 
  • Antecedentes familiares de depresión u otro trastorno mental. 
  • Enfermedades crónicas o terminales. 
  • Abuso de sustancias o medicamentos. 

Síntomas de la depresión

La depresión puede presentarse una sola vez en la vida pero es poco frecuente. Generalmente la persona diagnosticada con este trastorno presenta varios episodios en los que puede presentar síntomas como:

  • Pérdida de interés por actividades que antes le resultaban placenteras. 
  • Bajo estado de ánimo.
  • Irritabilidad y frustración por cosas que antes parecían sin importancia.
  • Fatiga constante o cansancio.
  • Cambios en los patrones de sueño (exceso de sueño o dificultad para dormir).
  • Cambios en el apetito y peso. 
  • Pensamientos recurrentes acerca de la muerte o suicidio.
  • Sentimientos de desesperanza e inutilidad.
  • Inactividad. 
  • Ansiedad. 
  • Sentimientos de odio hacia sí mismo. 
  • Pérdida de interés en la actividad sexual. 
  • Dificultades para concentrarse.
  • Dificultades para recordar.  
  • Cambios en los movimientos. (más rápidos o enlentecidos).

En el caso de los niños y adolescentes, los síntomas pueden tener algunas diferencias, y es por esto que es de suma importancia estar atentos a cualquier cambio en la conducta como estar irritables, llorar por todo, estar muy apegados a alguien, e incluso negarse a ir a lugares como la escuela o guardería. 

El retraimiento social puede ser esperado durante la adolescencia, al igual que varios de los síntomas que se asocian a la depresión, lo que dificulta a veces que los padres puedan notar que algo no anda bien y buscar ayuda. 

Estos síntomas pueden llegar a causar un deterioro significativo en la vida cotidiana de quien tiene depresión, repercutiendo en sus actividades diarias como trabajar, asistir a clases, compartir con familiares o amigos, etc.  

Tipos de depresión

No existe un único tipo de depresión, y conforme avanzan los estudios, se han logrado clasificar en diferentes cánones, siendo los principales: depresión mayor y trastorno depresivo persistente. 

En el caso del trastorno depresivo persistente los síntomas se presentan por un largo periodo de al menos 2 años en los que su intensidad varía y pueden tener en algunos momentos depresión mayor.

Por otra parte, se habla de depresión mayor cuando los síntomas son tan exacerbados que interfieren con la realización de las actividades de la vida diaria y su duración puede ser de semanas o incluso meses. 

Además de estas clasificaciones, existen otros tipos de trastornos depresivos, como:

  • Trastorno afectivo estacional (también conocido como TAE) que se presenta en épocas de otoño-invierno.
  • La depresión posparto, similar a la depresión mayor, comienza después del parto.
  • Trastorno disfórico premenstrual o TDPM, son síntomas asociados a la depresión cuya aparición comienza antes de la menstruación y se desaparecen al terminar el ciclo. 
  • Depresión mayor con características psicóticas, en estos casos se presenta una psicosis, es decir, falta de contacto con la realidad. 
  • Trastorno depresivo debido a otra enfermedad, cuando su aparición depende de otra patología. 
  • Trastorno depresivo inducido por sustancias/fármacos. Algunos medicamentos o sustancias ilícitas pueden causar cambios en la química del cerebro. 
  • Trastorno bipolar. Una parte del trastorno bipolar se caracteriza por presentar depresión durante un periodo de tiempo seguido de una fase maníaca.

Conclusión

Sentir tristeza o desesperanza en algunos momentos de la vida es normal, pero cuando esta sensación es constante y no desaparece e incluso llega a afectar el desempeño de las funciones diarias, es momento de buscar ayuda profesional. 

Muchas veces, para los familiares y amigos cercanos es complicado saber cómo actuar en estos casos y es justo allí en donde el terapeuta es de gran ayuda para dar orientaciones al respecto.

La psicoterapia, junto con la terapia farmacológica, son intervenciones fundamentales para lograr superar la depresión. Por esto es importante siempre acudir a profesionales. Por otro lado, la actividad física también puede ser un buen apoyo para ayudar a que te sientas mejor. 

Los medicamentos ayudan a equilibrar la química del cerebro y a que los neurotransmisores actúen de manera correcta para poder aliviar los síntomas, mientras que la psicoterapia ayuda a encontrar la raíz del problema, a la par que ofrece herramientas útiles para identificar los detonantes de los estados depresivos.  

Referencias:

  • American Psychiatric Association –APA- (2014). DSM-5. Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Madrid: Panamericana.
  • Campagne, D. M. (2012). Causas orgánicas y comórbidas de la depresión: el primer paso. SEMERGEN-Medicina de Familia, 38(5): 301-311.
  • Mayo Clinic. Libro de Salud Familiar. (2018). 5ª edición. Mayo Clinic Press.
  • Organización Mundial de la Salud. (s.f.). Depresión.

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