Revista Cultura y Ocio

Dequeísmo y queísmo: definición, usos y ejemplos

Publicado el 31 diciembre 2011 por Eleonoracastelli @eleocastelli
El dequeísmo, mal uso de la forma de que, y el queísmo, supresión de una preposición en los casos en que es necesaria, son errores frecuentes.
Contrariamente a lo que la mayoría de las personas supone, los casos en los que es imprescindible utilizar la forma "de que" son más numerosos que los que no aceptan su uso; pero aquellos donde es incorrecto son más frecuentes y, sobre todo, más evidentes.
Muchos individuos suelen omitir de manera sistemática el uso del de que para evitar caer en la falla lingüística del dequeísmo, sin advertir que están cayendo en el queísmo.
Usos del "de que"
Cuando la oración principal es completada por una oración subordinada.
Por ejemplo, la oración estoy convencido de que es verdad: la llamada oración principal es estoy convencido de y la oración subordinada es que es verdad, entonces hay que recordar que cuando la oración principal contiene la palabra de en su pregunta, la respuesta será invariablemente de que.
Dicho de otra forma, a la pregunta ¿de qué estoy convencido? La respuesta será: estoy convencido de que es verdad.
Usos del "que"
Cuando la oración principal es completada por un objeto directo.
En este caso la construcción se continúa diciendo estoy convencido de nuestro triunfo (objeto directo), en donde no es necesaria la utilización del que.
Queda claro que cuando de no forma parte de la oración principal, tampoco deberá aparecer en la respuesta, ya que, en caso de hacerlo, se caerá inevitablemente en el dequeísmo, como lo demuestra el ejemplo: Pienso que tienes razón. ¿Qué pienso? Pienso que tienes razón. Lo mismo sucede con la pregunta ¿Qué dijo? La respuesta será: dijo que él siempre habla con sinceridad (oración subordinada), o bien, dijo la verdad (objeto indirecto).
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