Como todo el mundo que sepa de biología sabrá, la unidad mínima de vida son las bacterias y las archaeas. Estos organismos pero ¿cual es el organismo más pequeño que existe?
Este puesto lo ocupa una bacteria ultra pequeña que ha sido fotografiada por primera vez a través de un microscopio electrónico por un equipo del Departamento de Energía del Lawrence Berkeley National Laboratory y la Universidad de California. La posibilidad de que existieran tales organismos, que muchos consideraban imposibles, lleva debatiéndose más de dos décadas, pero hasta ahora no había existido la tecnología capaz de detectarlos.
El tamaño medio de estas criaturas es de 0,009 micras cúbicas (una micra es la millonésima parte de un metro). Cabrían 150 de ellas en una única célula de la famosa Escherichia coli y más de 150.000 en la punta de un cabello humano. La investigación se ha publicado en "Nature Communications".
Las bacterias fueron encontradas en muestras de aguas subterráneas y los investigadores piensan que podrían ser muy comunes. Desde luego, son también muy extrañas, algo lógico si pensamos que están muy cerca, y en ocasiones incluso más allá, de las principales estimaciones sobre el tamaño mínimo que puede tener un ser vivo. Estas células, en efecto, son tan pequeñas que apenas si pueden contener el material necesario para sustentar la vida. Su genoma, secuenciado por los investigadores, apenas si consta de un millón de pares de bases.(Para que tu, lector si no sabes de genética te hagas una idea, las bacterias tienen del orden de 100 veces más pares de bases, el ser humano tiene 10000 veces más pares de bases y las plantas avanzadas tienen del orden de un millón de veces más pares de bases).
Estas bacterias cuentan en su interior con espirales (probablemente ADN), densamente empaquetadas, con un número muy pequeño de cromosomas y con un metabolismo tan limitado que probablemente necesitan depender de otras bacterias para muchas de sus necesidades vitales. Usando una novedosa técnica de microscopía electrónica basada en la transmisión criogénica, los científicos lograron distinguir en la parte externa de estas criaturas numerosos apéndices, parecidos a pelos, radiando en todas direcciones desde su superficie. El equipo especula con la posibilidad de que estas estructuras permitan a las células conectarse con otros organismos para obtener de ellos los recursos vitales que necesitan (dicho de otro modo, su modo de vida sería algo parecido a la naturaleza de los virus, pero estos seres vivos son capaces de realizar algunas funciones propias de los seres vivos como puede ser la relación o la nutrición sin usar a un huésped).
Las nuevas bacterias pertenecen a tres familias microbianas muy poco comprendidas hasta ahora. Su estudio podría arrojar luz sobre cuestiones tales como el papel que juegan los microorganismos en el control del clima del planeta, en las reservas de agua y alimentos y en otros procesos clave para nuestra supervivencia.
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