El puerto artificial -no natural- de Wadi el-Jarf, en Egipto, es hasta
la fecha el más antiguo del mundo. Ha sido descubierto por un equipo
arqueológico franco-egipcio, que también ha localizado los papiros más
antiguos hallados hasta ahora en Egipto. Mohamed Ibrahim, el ministro de
Antigüedades egipcio, anunció estos importantes hallazgos el pasado 11
de abril, aunque han sido realizados en los últimos diez años.
El
sitio arqueológico de Wadi el-Jarf está situado a orillas del mar Rojo, a
180 kilómetros al sur de la ciudad de Suez. Ha sido localizado en
numerosas ocasiones: el egiptólogo británico John Gardner Wilkinson
(1797-1875) lo descubrió a comienzos del siglo XIX, y en los años
cincuenta del siglo XX fue redescubierto por pilotos franceses
destinados en el canal de Suez. Sin embargo, «nadie se dio cuenta que se
trataba de un puerto», indica el egiptólogo Pierre Tallet. Tallet,
egiptólogo francés de la Universidad París-Sorbona, es el director de la misión arqueológica, en la que también participa la Sociedad Francesa de Egiptología (SFE).
El
sitio arqueológico de Ayn Sukhna está situado a 100 kilómetros al norte
de Wadi el-Jarf. Fue descubierto en 1999 y desde 2001 ha sido excavado
por un equipo de la Universidad París-Sorbona y el Instituto Francés de Arqueología Oriental
en El Cairo. «Parece que fue utilizado como puerto desde mediados de la
cuarta dinastía, alrededor de 2500 a.C., y durante más de mil años. Las
inscripciones rupestres demuestran que el lugar todavía estaba en
funcionamiento alrededor de 1450 a.C. Debe su éxito a su proximidad con
la capital administrativa de Menfis, que estaba conectada a través de un
camino de 120 kilómetros de longitud. Ayn Sukhna, al norte del golfo de
Suez, realmente puede ser considerado el puerto de Menfis en el mar
Rojo», afirma Pierre Tallet.
«La historia de Wadi el-Jarf es diferente a la de Ayn Sukhna, a pesar
de la escasa distancia que hay entre ambos asentamientos. Parece ser
que fue ocupado en tiempos más antiguos, a finales de la dinastía III o
principios de la IV, alrededor de 2650 a.C., pero tuvo una existencia
más corta. Está localizado en la costa egipcia, justo enfrente de la
región minera del Sinaí, donde los egipcios extraían cobre y turquesa.
Por otro lado, un equipo canadiense ha identificado un embarcadero en el
Sinaí, contemporáneo al de Wadi el-Jarf, en el-Markha, cerca de la
moderna ciudad de Abu Zenima», explica Tallet.
¿Por qué el puerto
de Wadi el-Jarf pasó desapercibido ante los ojos de tantos exploradores?
¿Y qué tiene que ver Ayn Sukhna con Wadi el-Jarf? «Debido a los
paralelismos entre Ayn Sukhna y Mersa Gawasis, un tercer puerto
faraónico en el mar Rojo, sabemos desde hace diez años cuáles son las
características de un puerto faraónico, entre ellas la presencia de
galerías talladas en las montañas junto al mar, que servían para
almacenar embarcaciones desmontables en el período comprendido entre dos
expediciones. La identificación de esta característica en Wadi el-Jarf
nos sugirió, desde el comienzo de nuestro trabajo, que el sitio era un
antiguo puerto», argumenta Pierre Tallet.
La mayor parte de los
restos arqueológicos ha sido descubierta en una zona del terreno que
presenta 30 galerías talladas en el lecho rocoso, a unos cinco
kilómetros de la costa, donde se almacenaban los barcos desmontados una
vez que habían finalizado las expediciones que organizaban los egipcios
regularmente hacia el Sinaí. El equipo arqueológico ha encontrado
fragmentos de barcos, cuerdas y papiros que se remontan a finales del
reinado de Keops. El nombre del faraón aparece inscrito en los bloques
de piedra que sellaban las galerías y que datan del año 2650 a.C. La
cerámica hallada se remonta al comienzo de la dinastía IV y parece ser
que el lugar no fue utilizado más adelante. Los arqueólogos han
localizado un embarcadero en forma de "L" sumergido en la orilla, y al
pie del embarcadero han encontrado 25 anclas de época faraónica y
cerámica idéntica a la de las galerías, de la dinastía IV. «Todos estos
elementos demuestran claramente que se trata del puerto artificial más
antiguo del mundo descubierto hasta la fecha, mil años más antiguo que
cualquier otra estructura portuaria conocida en el mundo. A unos 200
metros de la costa también hemos descubierto un edificio en el que se
habían almacenado 99 anclas de época faraónica, algunos de ellos con
inscripciones jeroglíficas que probablemente hacen referencia a los
nombres de los barcos», asegura Tallet.
Igual de relevante ha sido
el descubrimiento de los papiros más antiguos hallados hasta ahora en
Egipto. «Hemos hallado cientos de fragmentos de papiros de diferentes
medidas, esparcidos y enterrados en la arena, en la zona de las
galerías, aunque la mayoría se localizaban en un mismo lugar, parece ser
que fueron desechados cuando el sitio fue abandonado. Están
relacionados con el asentamiento y la mayoría son registros que informan
del funcionamiento de la administración, del reparto de comida y bebida
a los trabajadores. Pero también tenemos fragmentos del diario de un
oficial de la dinastía IV, que estaba relacionado con la construcción de
la Gran Pirámide de Keops en Gizeh», revela el arqueólogo francés.
«Éstos son hasta el momento los papiros escritos más antiguos que se han
encontrado en Egipto. En la tumba del canciller Hemaka, en Saqqara, se
descubrió un papiro sin inscripciones que se remonta al reinado de Den,
el quinto faraón de la dinastía I, aproximadamente en 2900 a.C. Pero
hasta el momento sólo hay constancia de tres grandes lotes de papiros
del Antiguo Egipto: los de Wadi el-Jarf son claramente los más antiguos,
ya que se remontan a finales del reinado de Keops, aproximadamente en
2600 a.C. En cambio, los papiros de Gebelein probablemente se remontan a
finales de la dinastía IV, aproximadamente en 2500 a.C., y los de
Abusir se remontan a finales de la dinastía V, aproximadamente en 2350
a.C.», puntualiza.
Fuente: nationalgeographic
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