Javier Luque, investigador postdoctoral en el Departamento de Biología Organísmica y Evolutiva de Harvard, se sorprendió muchísimo cuando encontró un cangrejo atrapado en resina de árbol fosilizada: “Es como encontrar un camarón en ámbar: el sitio equivocado y el momento equivocado”. Ahora, y después de tres años tratando de resolver el puzle, el investigador y su equipo han publicado sus hallazgos en la revista Science Advances.
Dicen que la pieza de ámbar de cien millones de años, recuperada de las selvas del sudeste asiático, contiene lo que se cree que es el cangrejo de aspecto moderno más antiguo jamás encontrado. El descubrimiento proporciona nuevos conocimientos sobre la evolución de estos crustáceos y el momento en el que se diseminaron por el mundo. El cangrejo de cinco milímetros es el primero encontrado en ámbar de la era de los dinosaurios, y los investigadores creen que representa la evidencia más antigua de incursiones en ambientes no marinos por los llamados "verdaderos cangrejos" (del infraorden Brachyurans).
Hasta ahora, los fósiles conocidos de cangrejos, y consistentes generalmente en fragmentos de sus garras, sugerían que los cangrejos no marinos habrían llegado a la tierra y al agua dulce hace unos 70-75 millones de años. Este descubrimiento adelanta la fecha, y de ahí la sorpresa de los investigadores al descubrirlo.
“Si reconstruyéramos el árbol de la vida del cangrejo – en forma de árbol genealógico - e hiciéramos un análisis de ADN molecular, la predicción es que los cangrejos no marinos se separaron de sus ancestros marinos hace más de 125 millones de años”, explica Luque. “Pero hay un problema porque el registro fósil real, el que podemos tocar, es muy joven, tiene entre 75 y 50 millones de años... Así que este nuevo fósil y su edad del Cretácico medio nos permite cerrar la brecha entre la divergencia molecular predicha y el registro fósil real de cangrejos ".
Los investigadores creen que un evento conocido como la Revolución del Cangrejo del Cretácico, cuando los cangrejos (verdaderos o no) se diversificaron en todo el mundo y comenzaron a desarrollar sus formas corporales características, sucedió más veces de lo que se pensaba anteriormente. Según esta investigación, las diferentes especies de cangrejos evolucionaron de forma independiente para vivir fuera de su hábitat marino en al menos en doce momentos distintos.
El nuevo fósil fue llamado Cretapsara athanata, "el espíritu cretáceo inmortal de las nubes y las aguas". El nombre honra su edad y los espíritus mitológicos del sur y sudeste asiático. La criatura suspendida en ámbar se reconoce instantáneamente como un verdadero cangrejo, lo que tiene sentido ya que los investigadores dicen que es el cangrejo fosilizado más completo jamás descubierto. El equipo, utilizando escáneres de micro-TC, pudo ver con detalles claros tejidos delicados como las antenas, las patas y las piezas bucales del cangrejo revestidas de pelos finos, grandes ojos compuestos e incluso sus branquias. No faltaba ni un solo cabello, dijeron. La diversidad de formas entre los cangrejos está cautivando la imaginación del público científico y no científico por igual, y la gente quiere aprender más sobre un grupo tan fascinante que no son dinosaurios. Este es un gran momento para los cangrejos”, concluye Luque.