EL DESTINO DE LA LITERATURA VISTO DESDE EL ACANTILADO (VIII, 101-113)
«Noche estrellada en los acantilados de Moher». Foto de Max Malloy.
Tres maestros (Balzac, Dickens, Dostoievski) nos dejaron también sus propias memorias de ultratumba, una cita permanente y siempre pendiente en mi vida, pues no conviene adelantar acontecimientos. Así que, mientras leo una breve historia de Inglaterra y siento el latido de mi Europa, al tiempo que escucho a Johann Sebastian Bach, los días, las ideas y los libros, sin prescindir de los pangolines, unicornios y otros poemas, vienen a ser como la huida del tiempo (un diario) con el primer manifiesto dadaísta y los ecos de otros mundos. Eso es lo que sugiere el contorno del poema, y mi yo más audaz, el equilibrista, suspira por no olvidarse de la educación del estoico mientras elevo unas palabras en defensa del fervor. (Continuará)(LUN, 946 ~ «Desde el Acantilado»)