Todavía hay muchos mitos (erróneos) sobre el consumo del pan o no, en las dietas para adelgazar, o simplemente para mantenerse en el peso ideal.
Aprovechando que hoy (16 de octubre) se celebra el Día Mundial del pna, vamos a desmotar algunas de las falsas creencias populares más extendidas sobre el tema:
1.- Si se quiere adelgazar, con eliminar el pan de la dieta es suficiente. FALSO. Por privarnos de comer dos rebanadas al día no vamos a perder más peso. Todo dependerá de la razón del sobrepeso, de los hábitos alimentarios, de la composición de la dieta, etc.. Es cierto que un exceso de cualquier otro alimento nunca es recomendable, pero una dieta sin pan puede llegar a ser muy triste.
2.- El pan sin gluten no engorda. FALSO El pan sin gluten está indicado para las personas que tienen intolerancia a esta proteína, contenida en diversos cereales, pero eso no significa que tenga menos calorías, ni que adelgace.
3.- El pan sin sal no engorda. FALSO. El pan sin sal aporta las mismas calorías que el pan con sal. La diferencia es que es más adecuado para personas con problemas cardiovasculares. Nada más, ni nada menos.
4.- El pan integral no engorda. FALSO. En realidad, no hay ningún alimento que no engorde, ninguno. Todos los alimentos tienen calorías. Si que es cierto que el pan integral tiene más vitaminas y fibra que el blanco. Esta dosis de fibra es la que hace que se produzca una sensación de saciedad y que estimule el tránsito intestinal, (muy beneficioso cuando se quiere perder peso), pero de ahí a adelgazar….pues no.
5- La corteza del pan engorda menos que la miga. FALSO. Justamente, la corteza tiene menos agua y más calorías, por lo que la corteza “engorda” más que la miga.
6.- Las tostadas o “biscottes” son la mejor opción para hacer dieta. FALSO. Es cierto que las tostadas son más digestivas, prácticas y agradables para algunos, pero no son la mejor elección cuando se quiere perder peso. La razón es que como no contienen casi agua, ni mucho volumen, dan poca sensación de saciedad. (Además, hay algunas tostadas comerciales que llevan grasas añadidas, por lo que engordan más).
Pero siempre hay un pero… es aconsejable elegir pan hecho en un horno tradicional y evitar los panes industriales o de masa congelada que contengan harinas y levaduras de dudosa procedencia, o que contengan grasas saturadas, conservantes o algún otro tipo de composición química (mirad bien el etiquetado de los panes de molde popularmente comercializados en las grandes superficies y supermercados).
Sí al pan, pero fresco y de horno o panadería tradicional, pero cuánto más natural
e integral, mejor ¿Y vosotros? ¿Soléis comer pan a diario? ¿Qué tipo de pan? ¿Dónde lo compráis? Estaré encantada de leer vuestros comentarios!!!Besos desde mi blog!!!