En los Oscar de este año han hecho un poco de alfombra roja pero no esperéis gran cosa. La gente va sin ganas, se les ve con cara de "tantas ganas que tenía yo de salir de casa y, de verdad, qué pereza, ojalá estar en mi sofá". Una sensación que comparto a muerte con ellos. Además, se le nota mucho a todo el mundo que llevamos un año vestidos con pantalones flojos, camisetas de paso del ecuador de 1993 en Punta Cana y sudaderas heredadas de nuestros hijos, y lo de llevar tiros largos se les da regular. Siempre han parecido incómodos pero este año casi parece que tiene orugas dentro de la ropa y que en cualquier momento van a gritar: quítame esto, por favor, ¡que alguien me traiga una sudadera!
Además de estos inconvenientes, de todas las películas nominadas la única que he visto ha sido Otra ronda que me pareció un aburrimiento supremo. No me la creí en ningún momento y si bien ver a Mads Mikklesen bailar es siempre un sí, con esos tres minutos tienes más que suficiente de dramita de hombres bebiendo.
Venga al lío.
Que en este blog somos muy fans de Halle Berry lo sabe todo el mundo. Que Halle Berry no sabe que hacer con su pelo, también lo sabe todo el mundo. A mí me recuerda a esas amigas que tenemos todas, que se cambian el estilo cada seis meses y cada seis meses te dicen "es que me aburro de mi pelo". Y tú piensas, pues no me lo explico, si no te da tiempo a acostumbrarte. Este nuevo cambio, además, y lo siento por Halle, es espantoso. Y las uñas puntiaguadas me dan miedo. El vestido es de un color precioso que no se usa nunca porque parece mejor idea de lo que es en realidad pero a ella le está estupendo. Parece incómodo pero Halle ha dicho "ya que voy a esto, voy a darlo todo"
Zendaya con el vestido al revés. Si, ya sé que no lo lleva al revés, que es así...pero he visto sus fotos varias veces esta mañana y siempre me he sobresalto "¿lleva la espalda por delante?"
Sacha Baron Cohen y su pareja. Ella con cara de "¿Por qué coño este anormal se ha vestido como si fuéramos a tomar el almuerzo en la carpa de Downtown Abbey?
I´m a Butterfly and I like it. Yo soy muy antimariposas, siempre he dicho que me parecen cucharas disfrazadas de carnaval de Río de Janeiro pero a este vestido hay que darle el beneficio de no ser ni rojo, ni negro, ni blanco, ni dorado, los colores de la gala.
Cuando has accedido a arreglarte pero poco, sin gastarte un duro aprovechando algo de tu abuela y yendo cómoda.
Hoy, en decisiones incomprensibles, el caso de la mujer que decidió ponerse un vestido incomodísimo y cero favorecedor. ¿Por qué? Me duele verla.
¿Por qué me habéis hecho salir de casa? ¿Por qué, piltrafillas humanas?
Soy muy fan de Amanda aunque vaya vestida de coágulo. Sí, podría haber dicho amapola o algo así, pero lo que me ha venido a la cabeza ha sido coágulo. No me agradezcáis el hecho de que ya no la vais a ver igual.
Gente que lleva capa regulinchi aunque con la actitud de espía adecuada. Y gente que lleva capa bien.
El bolso bistec de los Picapiedra no me lo esperaba.
¡Dadme lazos más grandes! pero Ángela está espectacular.
Rita Moreno mimetizada de Jane Fonda y divinísima. 89 años os contemplan. ¿Dónde hay que firmar?
El premio Úrsula, bruja del mar. "Pobres almas en desgracia, que me habéis hecho salir de casa"
Daniel Kaluyaa, todo mal. El traje parece antiguo, le sienta mal, no le favorece. Otro que ha perdido el hábito.
Chloe Zhao ha dicho "vale, yo me visto, pero tacones ni de coña y maquillaje tampoco". Yo le reprocho más el vestido color visillo sucio de casa de alquiler en idealista. Un poco de colorinchi para salir de casa.
Estupenda de rojo con escote autopista va esta chica. Espantosa, de blanco también con escote autopista, va esta otra. Escote y tutú, siempre es mala idea. ¿Nadie se acuerda de Bjork? De blanco con un vestido "mesa de fojardo de casa de veraneo en la sierra madrileña" va Viola Davis.
He leído por ahí que Carey iba de un color muy difícil, el bronce. Para mí que va de dorado Freinext pero qué sé yo de moda. Y el modelo se da un aire al de Zendaya por eso de que podría llevar lo de delante detrás y otro aire al de la chica del vestido incomodísimo. Pobre Carey.
El dorado, definitivamente NO. Y combinado con negro y un colega, tampoco.
Las de blanco, en general, estaban bastante cabreadas. Definitivamente, no os vistáis de blanco, agria el carácter. Pero ni se os ocurra.
Me rechifla este vestido porque es bonito, sencillo,cómodo, elegante, tiene bolsillos y su portadora es feliz. Es un vestido de ser feliz.
Ni una gala sin su Edna Moda.
No sé quién es Daniel Pemberton pero lo que sí se es que ha viajado en el tiempo desde 1977 para plantarse en la alfombra roja. Está flipando con las mascarillas y demás.
Voy a tener que dar dos premios Úrsula, Laura Pausini también se lo merece. Hay que premiar su camino hacia convertirse en matrona italiana.
Colman Domingo de arma de destrucción masiva, concretamente de arma de cegación masiva. Le ves y es imposible no guiñar los ojos.
La abuelita Ashley. Seguro que lleva dulces en el bolsito.
"Si solo le miro hasta la boca creo que puedo reprimir la arcada que me da lo que sea que lleva en la cabeza y que parece el rabo de un Alien muerto. Mira que es una lástima porque está tremendo pero yo así no puedo. ¿y si cuando se duerma se lo corto? ¿Y si pierde la potencia? Esa cosa tiene que llevarla por algo..." Lo que pensaría yo si estuviera con Shaka.
Ya es mala suerte que llegues a la gala y haya otras dos con un vestido casi igualito al tuyo, de feo, en distinto color. Eso sí, mis felicitaciones al diseñador que ha vendido esta cosa en naranja , azul algo y rosa lencería.
Ahhhh... no puedo mirarlo.
A este, sin embargo, no puedo dejar de mirarle. Me parece que va elegantísimo y muy original. De hecho, va tan original que no se me ocurre ningún otro hombre que aguantara esa ropa. Es sorprendente pero nada mamarracho. Y no me vengáis ahora con "si me pongo yo eso, no dirías eso". Claro que no, campeón. SI tú te pones eso me estoy riendo de aquí a que me vacunen.
Y, bueno, tampoco intentéis lo de Brad que empieza a ser un poquito ilegal. Cada día que pasa está más guapo, más atractivo y más tremendo.
En fin, he hecho lo que he podido.