Revista Cultura y Ocio
Hay veces que sabemos perfectamente que una película va a ser algo mala (o la mierda directamente) pero aún así tenemos ganas de verla. Eso me pasó a mí con Pancho, el perro millonario. Es un ojete de dromedario bastante hermoso pero qué queréis, me hace gracia el perrete. No puedo daros más explicaciones.