El Viernes después de las vacaciones de Navidad, en nuestro cole (como en muchos otros) existe la costumbre de llevar a clase un juguete recibido durante las navidades para compartir con los compañeros.
Mi hija escogió un libro de dinosaurios precioso: de goma eva, con encajables, de vivos colores....el motivo es que todos los demás juguetes o eran muy grandes, o muy pequeños o desmontables.
Mi hijo escogió el suyo por que le encanta: un precioso libro pop up, de dinosaurios también, que de verdad es muy, muy chulo.
Ambos salieron tristes: una llorando y otro contándome sus motivos nada mas verme e intentando no llorar.
La razón?
A los otros niños no les interesaban los libros, prefirieron jugar con otros juguetes mas sofisticados.
En la clase del mayor un compañero llevo una PSP y todos sus compañeros hicieron cola para ir cambiando el juguete de cada uno por unos minutos de PSP. Cuando le tocó el turno a mi hijo, al parecer su compañero no quiso cambiar su PSP por un libro de dinos....
La pequeña lloraba amargamente por que ningún niño quiso cambiar juguetes con ella.
Aparte de darme muchísima pena por mis niños, que una no es de hierro, me dio pena pensar que ahora un libro no valga nada, no sea interesante frente a una PSP.
Ya se que los tiempos cambian y que los intereses van variando en función ellos, pero me da lastima que no estemos sabiendo imprimir en nuestros niños el amor por las cosas simples: un libro es un mundo de posibilidades.
Aprovechamos la ocasión también para hablar sobre la aceptación , la pertenencia al grupo y la auto estima, ya que él se había sentido excluido por que su juguete no había sido del gusto de los demás:
-"El libro te tiene que gustar a tí, si de paso les gusta a los demás, perfecto, pero si no, no hay ningún problema. Es tu libro y es tu opinión la que cuenta sobre el. Tus amigos han de ser amigos tuyos por ti, por como tu eres y no por aquello que tienes.
Moraleja/s:
-Fomentemos el amor de nuestros niños por las cosas simples, aunque disfruten enormemente de las mas sofisticadas. Lo uno no está reñido con lo otro y de paso les estaremos enseñando a DISFRUTAR con mayúsculas: de los grande y lo pequeño y así nunca les faltaran motivos para hacerlo.
-Enseñemosles a ser ellos mismos por encima de todo y todos. De las modas, de los gustos de otros, de el valor de las cosas. Son especiales solo por ser como y quienes son.
-Y fomentemos la lectura por favor, es un tesoro.
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