La diarrea se caracteriza por las frecuentes deposiciones sueltas o líquidas. Puede ser causada por algo tan simple como un cambio en la dieta, o por una enfermedad o infección más grave.
La diarrea puede ser de repentina aparición y de corta duración, o también puede durar semanas o meses, o aparecer de forma intermitente. Un solo ataque de diarrea en los perros generalmente no es una causa de preocupación, pero si persiste por más de un día, puede conducir a la deshidratación, y podría indicar un problema de salud subyacente, por lo que debe ser revisado por un veterinario.
Causas de la diarrea en los perros
• Un cambio en la dieta
• Una intolerancia alimentaria
• Ingestión de basura o alimentos en mal estado
• Ingestión de sustancias tóxicas o plantas tóxicas
• Ingestión de cuerpos extraños (por ejemplo, juguetes, cintas de goma, bolsas de plástico, etc.)
• Una reacción alérgica
• Una infección bacteriana o viral
• Algunos parásitos internos, como las lombrices
• Inflamación del intestino
• Una enfermedad renal o del hígado
• Cáncer u otros tumores en el tracto digestivo
• Ciertos medicamentos
• Colitis
• El estrés
• Gastroenteritis hemorrágica
Síntomas generales de la diarrea
Las deposiciones frecuentes es uno de los síntomas más comunes de diarrea en los perros. Otros signos son: flatulencia, sangre o mocos en las heces, cambios en el volumen de las heces y gran esfuerzo para defecar. Letargo, deshidratación, fiebre, vómitos, disminución del apetito, pérdida de peso y una mayor urgencia para defecar también pueden acompañar a la diarrea.
Si las heces de tu perro con diarrea son negras, podría estar experimentando una hemorragia interna en el estómago o en el intestino delgado, y debe ser examinado por un veterinario inmediatamente.
Tratamiento de la diarrea
Suele ser recomendable que evites dar a tu perro cualquier tipo de alimento durante 12-24 horas desde que sufre la diarrea, pero asegúrate de que cuenta con mucha agua limpia y fresca para evitar la deshidratación. Consulta con tu veterinario sobre el tratamiento apropiado para el caso concreto de tu perro.
¿Cuándo debo llevar a mi perro al veterinario?
Lleva a tu perro al veterinario si su diarrea dura más de un día, o si observas en él letargo, vómitos, fiebre, heces de color oscuro o con sangre, esfuerzo para defecar, disminución del apetito o pérdida de peso inexplicable. Ponte en contacto con el veterinario inmediatamente si notas que tu cachorro tiene diarrea, ya que puede ser un indicador importante de enfermedades graves en los perros jóvenes.
¿Qué puedo esperar en la oficina del veterinario?
El veterinario examinará a tu perro en busca de enfermedades subyacentes y para evaluar la deshidratación. Puede tomar una muestra de heces para verificar la presencia o ausencia de parásitos internos, así como realizar análisis de sangre para intentar identificar la causa de la diarrea.
Otras pruebas pueden ser: radiografías, ecografías, endoscopia y biopsia. Las pruebas de diagnóstico realizadas, y el tratamiento recomendado, dependerán del tiempo que lleva el animal sufriendo la diarrea y de la gravedad del caso.
¿Son ciertos perros propensos a la diarrea?
Hay ciertas razas de perros que pueden estar predispuestos a desarrollar unas determinadas condiciones que conducen a la diarrea. Los pastores alemanes, por ejemplo, se sabe que tienen una mayor prevalencia a la insuficiencia pancreática exocrina. Los perros de montaña Bernés son propensos a cánceres gastrointestinales. Los perros jóvenes son más propensos a tener diarreas infecciosas y relacionadas con parásitos internos que los perros adultos.
¿Cómo prevenir la diarrea?
Ten en cuenta que incluso los perros perfectamente saludables pueden a veces tener diarrea. Estos son algunos consejos para reducir la probabilidad de su ocurrencia:
- Mantén al día el programa de vacunas de tu perro.
- Asegúrate de que tu perro está libre de parásitos, siguiendo las recomendaciones de tu veterinario.
- No dejes que tu perro tenga acceso a la basura, alimentos en mal estado, etc.
- Al pasear a tu perro, ten cuidado de que no come nada de la calle, como plantas por ejemplo, o bebe de los charcos.
- Minimiza el estrés en el entorno de tu perro.
- Si decides cambiar la comida de tu perro, es una buena idea introducir los nuevos alimentos poco a poco, mezclándolos con su comida habitual, para garantizar una transición más fácil para el aparato digestivo de tu mascota.