Las hormonas del embarazo te nublan el futuro
Cuando pienso que hace dos años mi mayor preocupación era despertarme los lunes y hacerme un selfie de perfil en el espejo de la barriga tengo el mismo sentimiento hacia mi persona como cuando leo las cartas que me enviaba con mis amigas a los 12 años…
El parto no es como lo pintan
El parto es un “momentito”. Bueno, un momento de ocho horas, de tres días…. Pero un momento. La verdadera aventura empieza después porque no te da tiempo a recuperarte física ni emocionalmente del parto y ya eres madre. El juego sigue. Lee aquí como fue mi “maravilloso momento del parto”
Almorranas
Si, almorranas. Hemorroides. Llámalo como quieras. Después del parto. Pero se pasan (¡o no!) – bueno a mi se me pasaron solas.
Incontinencia
Aquí es cuando la frase “me meo de la risa” toma un valor especial. Es muy importante hacer ejercicios para fortalecer el suelo pélvico y que no se te atrofie. Si haces los ejercicios Tena Lady no será tu amiga en mucho tiempo.
Dormir es un lujo persa
Quien es madre sabe que irte a dormir es una auténtica incertidumbre. Cada noche es una sorpresa. Nunca sabes cuánto, ni cómo, ni dónde vas a dormir. Suena hasta extremadamente sexual, pero créeme que no lo es. Yo me voy a la cama (ahora que he aprendido) a la vez que mi bebé y me dejo llevar. Ya me dejo llevar. No me resisto a la situación. Puede que una noche duerma una hora, puede que duerma toda la noche. Puede que seamos tres en la cama. Puede que termine amaneciendo dentro de la cuna… una auténtica sorpresa.
Netflix te recomienda dibujos animados
Y mira que no soy partidaria de las pantallas, pero créeme que en situaciones de crisis (¡que son frecuentes llegadas a esta edad!) es más que necesario tener a Peppa Pig, Pororo & Dora La Exploradora como pacificadores.
Tu dejas de exisitir
¿Mi recomendación? Organiza Baby Shower porque será la última vez que seas el centro de atención. Después de tu cuerpo saldrá un ser humano pero al resto del mundo le dará igual. Los regalos, la atención… todo! será para tu bebé.
Jamás volverás a decir “ya me ducho luego”
Esa frase no existe. Esa frase se ha transformado en un “voy a aprovechar a ducharme”, “cuando venga mi marido me ducho”. La vida de una madre se rije por “momentos bien aprovechados”. Tu vida es la agenda de tu bebé y tu agenda… se mete cuando se puede. Te duchas cuando puedes, vas al baño cuando puedes, …. ¡Ya no hablemos de depilarte!
Claramente la de la foto no soy yo…
Esa delgada línea entre el cansancio y la depresión post-parto
Yo me acuerdo la tercera semana siendo madre. Era domingo. Toda la familia se acababa de ir. Aún así la casa estaba llena de gente. Yo sólo quería llorar. Mi madre es médico. Fui a la cocina y la dije; “mamá, creo que tengo depresión post-parto. Sólo quiero llorar”. “Tú estas agotada” me dijo. Y no volví a dormir una noche seguida.
Camisetas estampadas (…..de leche!)
Ocurre que cada vez que tu bebé llora tu cerebro abre la manguera de la leche y tu “chorreas” (literal) leche por los cuatro costados. Y si el bebé no llora tambien chorreas. Y mojas todo. Y llega un momento que te da igual.
Chupetes como la policía (en todos sitios menos cuando necesitas)
Chupetes en el sofa, en el suelo, en el baño, en la cocina, en el cuarto, en la bolsa de los pañales, en casa de los abuelos, atada en el llavero…. EXCEPTO cuando realmente necesitas uno. Yo creo que los chupetes se esconden al oír llanto inconsolable de los bebés.
Los grupos de padres en redes sociales
Tengo una prima que es estudiante de pediatría. La he recomendado meterse en los grupos de padres en Facebook porque te haces un máster en dermatología, alergias, pomadas, cremas, lociones, picaduras de insectos… y de vez en cuando te enteras de las peleas matrimoniales de algún que otro participante! Son de lo más entretenido.
Mear con la puerta cerrada (¡otro lujo!)
De hecho es una de las cosas que más difruto de venir a trabajar a la oficina. Mear (con confianza lo digo) con la puerta cerrada y/o en silencio. Sin compañia. Fíjate lo preocupante de la situación que si le preguntas a mi hija “¿cómo mea mamá?” hace “sssssssss” (imitando el sonido del pis).
La vida social de un bebé es más intensa que la de una influencer
Lunes, piscina. Martes, baby sensory. Miércoles, musica. Jueves, masaje. Viernes, arte. Y tú tienes que ir con él. A mi no me importa. El problema es que todas estas actividades son antes de las 11 de la mañana. Aunque te voy a decir una cosa, a esa hora ya llevas, por lo menos, cuatro horas despierta.
Las 7:30 de la mañana es despertarse tarde
Créeme. A veces me sorprendo a mi misma a las ocho de la manana y todas las cosas hechas. No me preocupo del despertador porque se que me voy a despertar varias veces por la noche (volvemos al punto anterior) o que a las 7 ya estamos todos despiertos. Sino nuestra campeona se encarga de que no caigamos en sueños muy profundos.
No te da vergüenza sacar la teta
Estando embarazada me daba vergüenza pensar en sacar la teta en público. Pero al final…. ¿Quién no te ha visto la teta? Recuerdo una vez esperando en la parada del bus que mi bebé se puso a llorar como una loca y la cogí, me saqué la teta por el abrigo como pude y ya está. Pues lo que te digo, ¿quién no te ha visto la teta?
Todo el mundo es un experto en maternidad
Y de repente todo el mundo a tu alrededor sabe de maternidad, de bebés, de eczemas, de llantos, de comidas… porque no duermes por la noche pero si durmieras pensarías que tu gente va por la noche a clases de maternidad. TODO el mundo dice algo. Incluso la gente que no tiene hijos.
Salir de casa ¿o prepararse para un apocalipsis zombie?
Salir de casa con un bebé es peor que ir a la playa en familia con sombrilla, sillas y nevera. Cuando te planteas salir de casa tienes que hacer un repaso en plan robocop con su láser analizador a tu alrededor y ver qué tienes y qué te olvidas. Y siempre te olvidarás algo. Sillita, pañales, toallitas, crema para el culo, ropa de repuesto, chupetes (me refiero al punto anterior), la merienda, biberon, baberos, el oso, el otro oso, el libro, el agua, la fruta…. Seguro que se me olvida algo.
Mira, me dejaba la cartera en casa.
Mira, me dejaba la cartera en casa.