Después de los excesos, de comer alimentos muy grasos, de comer cantidades mayores de lo que solemos comer, de abusar de los dulces y el alcohol, y de proyectar las celebraciones en comilonas, ha llegado el momento de hacer una puesta a punto a nuestro organismo. Necesitamos limpiarle, eliminar así todas las toxinas y mejorar su funcionamiento.
Para ello recurrimos a realizar una dieta depurativa y ejercicio físico. Quiero que quede claro, que no se trata solo de bajar el peso que hayamos cogido, sino de limpiar el organismo desde la propia célula.
Tenemos que ser conscientes que esta dieta es un poco dura respecto a la alimentación que solemos llevar y la que hemos llevado en las navidades, y que oiremos que se pasa mucha hambre, pero tenemos que hacernos conscientes que lo duro es el contraste, es decir, pasar de excesos durante varios días a retirarlos por completo y cambiar por otros alimentos menos adictivos.
¿De que consta esta dieta depurativa?
Existen muchas dietas depurativas basadas en ayunos, consumo de frutas y verduras durante unos días, utilización de sirope de arce, consumo de plantas depurativas, etc.. os voy a comentar una de las dietas depurativas que más me gusta.
La dieta depurativa consta de consumir: verduras tanto cocinadas como frescas, frutas tanto cocinadas como frescas, zumos naturales, pescados blancos (lubina, dorada, merluza, rosada, bacalao, gallo, corvina, etc.), legumbres, huevos, frutos secos crudos y carnes blancas (pollo de granja, pavo y conejo).
Se elimina el consumo de lácteos y derivados lácteos, carnes rojas, trigo y maíz.
¿Que pretendemos conseguir con este tipo de dieta?
Pues aumentar el consumo de alimentos que contienen menos toxinas y que son más fáciles de digerir y eliminar aquellos que generan mayor consumo energético para poder digerirlos y contienen mayor cantidad de sustancias de desecho.
Con esto pretendemos eliminar la mayor cantidad de toxinas posible y así mejorar el funcionamiento de todos los órganos del cuerpo, aunque indirectamente también se bajara algo de peso.
Se eliminan mayor cantidad de toxinas porque aportamos muy pocas y porque con este tipo de dieta activamos el metabolismo y los órganos de desecho como el riñón, el hígado, la piel, el intestino, etc.
¿Qué tenemos que tener en cuenta para poder realizarla?
Lo más importante es que no haya estreñimiento, pues si intentamos limpiar el organismo, lógicamente muchas de las sustancias de desecho se eliminarán en las heces, pero sin no vamos regularmente al servicio, lo único que estamos haciendo es remover toxinas. Si lo hubiera, el primer paso es regularlo y luego realizar la dieta.
¿Qué podemos notar cuando la estamos haciendo?
Puede aparecer (eso no quiere decir que aparezcan todos los síntomas, ni en todas las personas) mal aliento, color y olor diferente de orina y heces, sudor maloliente, dolor de cabeza, cansancio, etc.
¿Quién la puede realizar y cuánto tiempo se realiza?
Como no es una dieta depurativa con muchas restricciones alimentarias, debería valorarse en aquellas personas con enfermedades graves, embarazo, lactancia y con medicaciones muy fuertes, el resto podría hacerla.
El tiempo oscila entre una semana y 21 días, dependiendo del caso.
¡Limpiemos nuestro cuerpo!
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