Revista Psicología

Diez alimentos para ser más inteligentes

Por Centro Psiconet

Llevar una alimentación sana y equilibrada, incluyendo la práctica de deporte en nuestros hábitos de vida, no sólo tiene beneficios para nuestro aspecto físico, sino que también los aporta a nuestro cerebro. La presencia de ciertos nutrientes en nuestra  dieta contribuye a un mejor desarrollo cognitivo, así como un mayor rendimiento intelectual.

“Los ácidos grasos omega-3 son muy importantes para las funciones del cerebro, como también lo son otros nutrientes imprescindibles que hay que vigilar, como el hierro, el yodo y la vitamina B12, que interactúan en el desarrollo cognitivo y de los que, parte de la población, puede presentar carencias. Se ha visto, por ejemplo, que cuando las personas tienen una anemia ferropénica o niveles de yodo o de vitamina B12 muy bajos, acaban estando afectadas sus funciones neuronales, de concentración o de asimilación”. – Alma Palau, presidenta del Consejo General de Dietistas- Nutricionistas de España.

Por su parte, el ejercicio físico también ayuda a fortalecer el cerebro e incluso a formar Omega-3 a pesar de no incluirlo en nuestra dieta por razones éticas o ideológicas.

Existen multitud de enfermedades que pueden ir deteriorando nuestro cerebro, y a diferencia de años anteriores, cada vez se dan más casos que afectan a personas jóvenes, por lo que nunca está de más tomar medidas para que éste se mantenga sano por más tiempo, ¿verdad?

Dicho esto, ¿queréis saber qué alimentos debemos consumir para mejorar nuestra agilidad mental?

Pescado azul

Los pescados son una fuente rica en fósforo, mineral muy beneficioso para mejorar la memoria. Por su parte, el pescado azul, como la sardina, el bonito y especialmente, el salmón,  contiene un alto contenido en omega 3, lo cual se traduce en un mayor desarrollo cerebral y un incremento en la agudeza visual, mejor comprensión y uso del vocabulario. Por otra parte,  además de favorecer la salud de nuestro cerebro, es bueno para nuestro corazón.

Concretamente, las sardinas son ricas en vitamina B12, propiedad que ayuda a relajarse al sistema nervioso, provocando así una mayor lucidez de pensamiento y dota de energía al cerebro para llevar a cabo funciones de una forma más ágil.

Té verde

Hablamos de un té verde de buena calidad, como el matcha o el sencha japonés. Esta bebida es un gran antioxidante, además de ayudar a prevenir enfermedades cardiovasculares y aquellas que afectan a nuestra mente, como el Alzheimer. Otras ventajas que nos aporta es que ayuda a preservar la memoria y evita el daño que ocasiona el paso del tiempo en nuestro cerebro protegiendo nuestras células. Los altos niveles de EGCG (Epigallocatechina Gallate) que posee el té verde ayudan a limpiar a sangre y a rejuvenecer el cuerpo, además de ser beneficioso para combatir la aparición de un cáncer.

Frutos secos

Los frutos secos aportan a nuestro organismo gran variedad de minerales y vitaminas, entre los cuales encontramos potasio, magnesio, fósforo, vitaminas del grupo B y vitamina. Este alimento es aliado para mantener una buena salud cardiovascular, lo cual conlleva un buen aporte de oxígeno al resto de órganos, incluyendo, claro está, el cerebro.

Cabe destacar el consumo de almendras y de nueces como beneficioso entre el resto de frutos secos debido a sus propiedades. Estas últimas ayudan a fortalecer la memoria, así como favorecer un correcto funcionamiento mental. Ambas permiten que mantengas la concentración, además de aportar gran cantidad de proteínas, que estimulan a las llamadas neuronas orexinas, encargadas de mantenernos despiertos y atentos.

Chocolate

Con esto no nos referimos al chocolate industrial que consumimos habitualmente, sino al cacao, fruto original a partir del cual surge este producto. A la hora de consumirlo de forma que pueda aportar beneficios a nuestra salud, es recomendable conseguirlo en forma de polvo concentrado, 100% cacao orgánico, y mezclarlo con otro alimentos, o en forma de tableta, asegurándonos que se trata de cacao puro. El cacao ayuda a optimizar funciones cerebrales tales como el aprendizaje, ayuda a regular las emociones, y actúa como antioxidante.

Los flavonoides son unos pigmentos naturales de los vegetales cuya alta concentración en antioxidantes limpian el cerebro de la oxidación a la que está sometido por el mero hecho de funcionar. Podemos encontrarlos en el cacao, aunque, como no es bueno excederse en el consumo de éste,  si quieres consumir alimentos que los contengan también los encontrarás en el antes mencionado té verde, cítricos, frutos rojos, manzana, etc.

Frutos rojos

Como comentábamos, los frutos rojos son ricos en flavonoides, entre otras muchas propiedades. Algunos como los arándanos y las fresas son aliados para aumentar la atención y luchar contra la pérdida de memoria. Los arándanos, en concreto, estimulan la capacidad motriz, mejoran el aprendizaje y son especialmente buenos para evitar o retrasar enfermedades degenerativas del cerebro, como por ejemplo, el Alzheimer.

Semillas de Chia

Desconocidas por la gran mayoría hasta hace unos pocos meses, la semilla de moda está considerada como la mayor fuente de omega 3, y entre sus muchas propiedades destacan la prevención al envejecimiento de los tejidos, ayuda al funcionamiento neuronal y favorece una mejor actividad cerebral.

Brócoli

Esta legumbre es una gran fuente de vitamina K, y además de favorecer enormemente en la coagulación de la sangre, su consumo es idóneo en tratamientos contra el Alzheimer.

Un estudio realizado en la Universidad de Montreal en Canadá demostró que aquellas personas mayores cuya concentración de vitamina K en sangre era mayor, elaboraban mejores discursos, además de poseer una mejor expresión verbal y una mejor retención de la información.

Aguacate

El aguacate es una fruta cuyas propiedades antioxidantes lo convierten en un alimento muy beneficioso a la hora de prevenir el envejecimiento y deterioro precoz de nuestra salud. Por otro lado, su alto contenido en Omega 3 protege al cerebro de un desgaste prematuro.

Huevos

El huevo es un alimento ideal para fortalecer las conexiones nerviosas entre las neuronas que permiten la transmisión de emociones, ideas o recuerdos. Además, estudios han demostrado que su consumo habitual mejora notablemente las habilidades cognitivas.

Café

El consumo de una buena taza de café orgánico, y sin ningún añadido como leche o azúcar, supone una gran fuente de vitaminas, minerales y aminoácidos que contribuyen a un mejor funcionamiento cerebral.

En resumen, queda demostrado científicamente que aquel individuo cuya alimentación es más saludable y practica actividad física, tiene una capacidad cerebral mayor que el que lleva unos peores hábitos de vida.

Sin embargo, no debemos olvidarnos que todo en exceso es perjudicial. Por muy positivo para nuestra salud que sea un alimento, si se consume demasiado se convierte en perjudicial. El mejor consejo que os podemos dar es que llevéis un balance y consumáis variedad de productos buenos y complementarios.


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