Dime con quién andas…

Muchas veces hemos escuchado la frase “Dime con quién andas y te diré quién eres”, pues bien,hoy quiero hablar sobre esta expresión  y dar mi opinión.

Cómo padre me doy cuenta que la influencia que ejerzo sobre mi hija es transcendental en su crecimiento y equilibrio convirtiéndome en la fuente constante de su abastecimiento, toda una responsabilidad para mí que me obliga a esforzarme y evaluar mis acciones para el bien de su educación.

Ahora más que nunca soy consciente de lo que mis padres y educadores me inculcaron, por ello, mi obligación es la de filtrar todo aquel aprendizaje y separar lo bueno de lo malo, pero no creando una burbuja de sobre protección, convencido estoy que ella por si misma ha de ir experimentando y recorrer su propio camino.

El dominio que ejercen pues las personas que nos rodean, obviamente son determinantes a la hora de moldear nuestro carácter, pero dependerá también de la personalidad de cada uno de nosotros, más o menos influenciados y moldeables, de caer sometidos a esa autoridad sin quererlo, siendo al final reprimidos a sus designios.

Si quieres volar con las águilas no nades con los patos

Quizá alejarse de esas personas que ejercen sobre uno esa negativa influencia no es fácil, empezar por darse cuenta es la primera de las tareas que uno se ha de marcar, pero a veces no la solución.

Va muy bien saber que no somos capaces de aislarnos de los efectos de los demás, que somos  personas y no budas ni dioses, y que trabajar para que no nos afecten es un camino mucho más difícil que simplemente apartarse de lo que no nos sienta bien.

Así que copio lo bueno de los demás, anhelo el éxito de aquellas personas que han logrado revertir esta situación e invierto mis esfuerzos en aplicar sus resultados para mi propio beneficio a lo largo de Mi Camino de Vida, tarea nada sencilla.

Si quieres ser mejor o cambiar en algo júntate con personas con quienes ya lo hayan logrado y aprende de ellas.

He leído en diferentes sitios, que somos el promedio de la 5 personas de nuestro entorno con los que nos juntamos de forma habitual, ya sean familiares, amigos o compañeros del ámbito laboral.Creo hay algo de cierto en esta afirmación.

¿Tú que opinas?

Sea como fuere, se puede revertir nuestra forma de ser y actuar, las cosas cambian, nuestro entorno también, por ello moverse y estar atento a esos cambios con una mentalidad abierta es importante para nuestra adaptación a la sociedad actual, despojarse de victimismo, desechar nuestro ego, eliminar antiguas situaciones vividas harán a buen seguro que vivamos mejor y que seamos capaces de elegir bien a nuestras amistades.

Nuestras relaciones creo son un reflejo de nosotros mismos, miro a mi alrededor y  me doy cuenta de la contundencia de esto que digo y no por el ahora que también, sino por el pasado que forma parte de mi presente, así que sólo me queda reconstruir mi futuro nutriéndome de mis experiencias vividas durante mi Camino de Vida.