"dime de que presumes y te diré de que careces"

"dime de que presumes y te diré de que careces"
La humildad es la base de la sabiduría, sin humildad, nace del EGO la PREPOTENCIA, con ella el egocentrismo, el pensar que somos TODOPODEROSOS y TODO LO SABEMOS. A partir de ahí, dejamos de aprender, pensando que lo sabemos todo, nos recreamos en nuestra propia ignorancia.
Entonces creamos nuestra propia realidad donde el EGO gobierna y se manifiesta a través del egoísmo y atraemos todo lo que puede ser atractivo pero vacío…nada que valga la pena… nuestra depresión aumenta, nuestro desánimo nos invade…no sabemos que nos sucede, vemos la parte negativa de la vida.
 Atrapados en un mundo gris que nos ciega, no entendiendo nada de lo que pasa y despreciando las cosas buenas de la vida…
Cuando vemos a esas personas tristes a la vez que prepotentes, soberbias a la vez que amargadas, estamos viendo la soberbia humana. Aquellos que presumen y no saben de qué carecen…
Personas que se creen importantes e imprescindibles y que solamente son seres vacíos, ignorantes, amargados, tristes, negativos…grises…
Personas que carecen de humildad por qué han escogido la soberbia, recordemos algo tan común como esa frase que a menudo escribo…”la prepotencia no sabe escuchar”. 
Ese es el verdadero problema, la prepotencia no escucha, por qué a los demás los juzga como “poco importantes en su vida”, creyéndose el prepotente, que él es el único ser humano que todo lo sabe. 
El prepotente cree que los demás están para servirle, cree que le molestan, qué él tiene que estar libre de trabajos y preocupaciones que no sean las que escoja. 
El prepotente, desprecia, además de no saber escuchar…se siente DIVINIDAD, se cree superior en todos los aspectos, su espejo es como el de la madrasta de BLANCANIEVES, seguro que estáis pensando en más de uno, hay ignorantes inconscientes con este perfil por todas partes….llegan a ser masa.
La curación de la prepotencia es recuperar la inocencia y ser humildes, para ello la vida nos da lecciones.