Revista Música

Dire straits

Publicado el 08 febrero 2016 por Perendengon

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Hola Graminoleños.

Lo primero que quiero hacer en el día de hoy es felicitar a una maravillosa amiga que da la casualidad que hoy cumple años. Ya es toda una mocita y además es de las asiduas al blog. Así que muchas felicidades para mi queridísima Olga. El blog de hoy va por ti. (Ahora espero que le guste la música de hoy porque lo mismo la odia, estas cosas suelen pasar).

Hoy vamos a poder deleitarnos los oidos con la música de uno de esos grupos grandes. De esos grupos de los que no conoces a nadie que te diga que no les gustan. De esos grupos que tienen canciones que son auténtica referencia en el mundo de la música. De esos grupos que prolongaban mucho la edición de sus discos pero que siempre estaban presentes. Hoy vamos a disfrutar de la música de los Dire Straits con el maravilloso Mark Knopfler a la cabeza.

Si contamos el total de canciones que publicaron los Dire nos sorprenderíamos mucho porque no son tantas. De hecho, en más de quince años de carrera solamente publicaron 5 discos de estudio más algún recopilatorio y alguna grabación en directo, y es precisamente por ese motivo por el que sus cinco discos, sobre todo los cuatro primeros, son verdaderas joyas de la música.

El líder indiscutible del grupo sería, por supuesto, Mark Knopfler, que tras graduarse en Filología Inglesa decide mudarse a Londres buscando abrise camino en el mundo de la música. Sin embargo la realidad fue muy distinta y haría suyo ese famoso dicho de “pasas más hambre que un maestro de escuela”, porque de eso es de lo que terminó el bueno de Mark. Dando clases como profesor durante la mañana y ensayando y tocando en garitos muy pequeños durante la tarde y la noche.

Mark no tardaría en formar un pequeño grupo. Con la llegada de su hermano David y la amistad que ambos forjaron con un joven con el que compartían piso, John Illsley, solamente les faltaba encontrar alguien que tocara la batería. Éste no sería otro que Pick Withers, al que conocieron en uno de los cafés en los que solían tocar. Por este motivo el nombre que le dieron a su banda fue Cafe Racers, aunque lo cierto es que, aunque no lo sabían, lo que acababan de crear eran los Dire Straits.

Los cuatro compartían penurias económicas, ya que lo poco que sacaban en sus actuaciones apenas les llegaba para cubrir algunos gastos. Por este motivo decidieron tomar el nombre de Dire Straits, ya que esta expresión inglesa viene a significar algo así como “graves apuros”. Pese a las calamidades por las que pasaban consiguieron el dinero suficiente para grabar una maqueta con cinco canciones. Entre esas cinco canciones se encontraba la mítica, la auténtica, la genuina, la espectacular Sultans Of Swing, o lo que es lo mismo, su auténtica seña de identidad.

En uno de los conciertos que solían dar en algunos cafés, un crítico musical radiofónico escucha esta canción y les pide una copia para ponerla en su emisora. Pronto Sultans Of Swing y el resto de sus temas empiezan a ser radiados y escuchados cada vez por más gente, hasta que una casa discográfica contacta con ellos y les ofrece su primer contrato.

Este contrato les abre la posibilidad de tocar en locales de más aforo y les brinda la oportunidad de grabar su primer disco. Poco a poco va trascendiendo su música y el espaldarazo definitivo les llega de la mano de Talking Heads, de los que serán teloneros durante la gira que éstos llevan a cabo. Corre el año 1978 y aparece el primer disco de Mark Knopfler y los suyos. Su título … como su banda, Dire Straits, conteniendo, por supuesto, Sultans Of Swing, que se convierte en su primer gran éxito y otro de sus temas más populares: Down To the Waterline.

El sonido de las guitarra de los Dire se había hecho reconocible para todo el mundo …. menos paradojicamente para los propios británicos. Allí no acababan de calar ni de entrar demasiado arriba en las listas de éxitos. Sin embargo, en el resto de Europa empezaban a convertirse en fenómeno de masas y cuando llegaron al número uno en Oceanía ya todo vino rodado y supuso su relazamiento en las islas británicas y convertirse, por fin, en profetas en su tierra.

Tras empezar a ser reconocidos también por los británicos lanzarían su segundo disco. Llevaría el título de Communiqué y sería grabado a caballo entre la gira que iniciaron como teloneros de Styx por toda Europa. El disco es un éxito rotundo de inmediato, pero las cosas comienzan a torcerse un poco, ya que David Knopfler, el hermano de Mark, empieza a notar demasiada presión a la hora de asimilar el éxito y surgen algunas disputas entre los componentes del grupo.

Como carta de presentación de este trabajo nos dejaron una preciosa balada titulada Portobello Belle.

La incomodidad con la fama de David Knopfler ser haría más palpable aún con la grabación de su siguiente disco. De hecho, en mitad de la grabación, David decidiría abandonar el grupo y hubo que buscar un sustituto inmediatamente. Este disco, titulado Making Movies, grabado en el año 1980 contó con alguna colaboración muy especial, como por ejemplo la del teclista de la E. Street Band, la banda de acompañamiento del mismísimo Bruce Springsteen, de la que os hablaré algún día, Roy Bittan.

Lo cierto es que el disco en cuestión es una auténtica joya y contiene algunas de las canciones más relevantes de la carrera de Dire Straits. Os dejo un par de ellas: Romeo & Juliet y Tunnel Of Love.

A partir de ahí la situación cambiaría un poco en la banda. Tras la marcha de David Knopfler se producía también la de Pick Withers, con lo que Mark Knopfler quedaba al mando total de las operaciones junto con su gran amigo John Illsley. El resto de músicos iría variando en sus siguientes discos y giras y empezarían a llegar grandes colaboraciones como la del teclista Guy Fletcher o el mismísimo Sting.

A estas alturas de la película, Dire Straits convertía en oro prácticamente todo lo que tocaba. Y fue el momento de publicar dos discos que se salían un tanto de lo hecho hasta entonces. Dire Straits publicarían a continuación el disco Love Over Gold, posiblemente el disco que Mark Knopfler siempre había ansiado hacer. Un trabajo más minimalista y relajado, con tan sólo cinco canciones largas y en el que predominaba la guitarra sobre cualquier cosa. El botón de muestra, Private Investigations.

Para compensar un tanto el tono relajado de este trabajo, Dire Straits editarían un EP que contenía otra de las canciones más conocidas de su carrera y que continuaba con el auténtico sonido Dire. Me refiero a Twisting By The Pool.

Después de estos dos trabajos, los Dire se tomarían un pequeño descanso a la hora de componer nuevas canciones y de publicar un nuevo disco de estudio, con un Mark Knopfler al que empezó a picarle el gusanillo de editar discos en solitario con las bandas sonoras de las películas Local Hero, Comoforty Joy o CAL. De cualquier forma, para que nadie se olvidara de ellos publicarían un disco grabado en directo que se convirtió en todo un superventas, gracias en gran parte a la versión que hicieron de uno de sus clásicos, Your Latest Trick. El sonido inicial de los timbales que da paso al del saxo aclamado por el público y el tarareo de la melodía por miles de voces es digno de ser escuchado una y otra vez.

Una vez estirado el éxito de este disco en directo, los Dire se prondrían manos a la obra para publicar su nuevo trabajo de estudio después de bastante tiempo. La verdad es que la espera mereció la pena, ya que el disco que llegó se convirtió en un éxito masivo en todo el mundo, su trabajo más vendido y, posiblemente, el mejor disco de su carrera. Por supuesto me estoy refiriendo a Brothers In Arms.

Además el disco fue uno de los primeros de la historia en grabarse íntegramente de manera digital y ser publicado en el novedoso formato CD, convirtiéndose en el primer disco en dicho formato en superar el millón de ventas en todo el mundo. No es de extrañar escuchando un temazo tan grande como su primer single So Far Away. He de reconoceros que el principio de este tema me pone los pelos como escarpias.

Brothers In Arms estaba repleto de grandes canciones y es muy difícil quedarse con solamente una de ellas. Esto se puede comprobar viendo y escuchando mi tema preferido de este disco: Walk Of Life.

Además, cometería un grave error si no destaco también la canción Money For Nothing en la que Sting se marca una pequeña colaboración.

Y por supuesto hay que hablar también del tema que da título al disco. Brothers In Arms no es más que un alegato contra el horror de la guerra. Un canto al final de hermanos en armas que se aniquilan unos a otros. Eso y una grandísima canción también, claro está.

En ese instante daba la impresión de que los Dire habían tocado techo, y la afirmación es bastante cierta. Giras interminables, records de ventas, las canciones del disco sonando una y otra vez en las emisoras y el grupo convertido en un auténtico fenómeno de masas. Los Dire Straits ya eran una banda mítica y alargarían durante bastantes años el éxito de Brothers In Arms hasta publicar su siguiente trabajo que, a la postre, sería el último de su carrera.

Tras varios años de silencio y con el maravilloso sabor que había dejado Brothers In arms, se esperaba con mucha espectación, casi ansia diría yo, su siguiente trabajo. Como suele suceder en estos casos, el resultado del nuevo disco no se acerco lo más mínimo al éxito de su predecesor. Sin ser un mal disco, lo cierto es que alcanzó un éxito bastante discreto. El listón estaba demasiado alto y no pudo ser ni tan siquiera rozado.

El primer single de On Every Street, que así es como se titula el disco, la primera canción nueva de los Dire después de alcanzar la gloria, sería este Calling Elvis.

No sé si porque ya se barruntaba la disolución de la banda, no sé si porque la fórmula estaba agotada o simplemente porque alcanzar al nivel de discos anteriores era muy complicado, lo cierto es que On Every Street, pese a ser el último disco del grupo, no pasará a la historia de la música, aunque tiene buenas canciones, no puede ser de otra forma, como por ejemplo este Heavy Fuel.

Este fue el momento que eligieron Mark Knopfler y John Illsley para poner fin al recorrido de los Dire Straits. Una banda que está entre mis preferidas y que utilizo bastante como música de cabecera. Todavía recuerdo el concierto que dieron en la Plaza de Toros de las Ventas al que acudí con mi amigo y hermano Jose “El Maligno”. Disfrutamos de lo lindo. Con ellos y con sus teloneros, un grupo australiano llamado Blues Band que nos hicieron deleitarnos con su música y del que jamás he logrado encontrar un disco suyo. Desde aquí una llamada de socorro por si alguien sabe algo de ellos. Que se pongan de inmediato en contacto conmigo.

A partir de ese momento, Mark Knopfler se volcaría totalmente en su carrera en solitario, apartándose bastante del estilo de música de los Dire, pero siempre demostrando su virtuosismo con la guitarra y el gran talento que tiene. Pero esta historia ya la contaré en su debido momento en una próxima entrada.

Y como broche final, aquí os dejo otra de las creaciones de esas dos magníficas artistas amigas que día a día nos dejan preciosidades como ésta en su página Esencia de Trementina. Se trata de una acuarela en la que predomina el realismo abstracto. El arte abstracto se caracteriza por no tener un enfoque definido, mientras que el realismo pretende reproducir la naturaleza.
En este caso, ambos aparecen combinados para formar esta acuarela.

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https://www.facebook.com/esenciadetrementina/

Hasta pronto Graminoleños.

JUAN JOSÉ GOMARIZ


DIRE STRAITS

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