Revista Cine

Directores en filmin: Bruno Dumont

Publicado el 06 junio 2011 por Fimin

Su cine no está hecho para todos los públicos, si para el nuestro, es decir, para vosotros. Definido por muchos como la mezcla imposible entre Pasolini y Bresson, el cine de Bruno Dumont se caracteriza por transformar lo anodino en obsceno, una obscenidad que cautiva a unos tanto como repele a otros. Reciente prueba de ello la tuvimos en el pasado festival de Cannes. Regresaba a su tierra prometida, la sección Un Certain Regard, allá donde ya se llevara el Gran Premio del Jurado por partida doble con "L'Humanite" y "Flandres". Pues bien, este año lo hacía con "Hors Satan," film que prolonga su personalísima exploración del bien y del mal a través de un extraño personaje que vive aislado en las dunas de la región Pas de Calais donde merodea el demonio. Tras su pase, decepción...¿generalizada? Nunca, en el caso de nuestro director de la semana.

Considerada como por unos "diabólicamente tediosa," (The Playlist) calificada por otros como "la película de un egoista" (Hollywood Reporter) pero también alabada por alguno que otro como un "estimulante western espiritual" (Cahiers du Cinema), "Hors Satan" se erige en la irrefutble prueba de la personalidad y carisma del cine del auteur galo. ¿Razones?

1.-OBSCENIDAD

Su cine es muchas veces criticado de obsceno, y de hecho, lo es. ¿Virtud o handicap? El propio Michael Haneke se autodefine como un obsceno. Joyas del calado de "El video de Benny" o "Funny Games" sufrieron en sus carnes mismos ataques de una crítica que no tenía piedad por propuestas que, al igual que las del maestro austríaco o el realizador galo, nos enfrentan a todo aquello que nuestros ojos no quieren, o pueden, ver. Aunque el propio Haneke haya afirmado que el cine de Dumont es uno de los pocos que merece la pena hoy día, ni su obra ni su estilo son comparables. Si  lo es en cambio una mirada que atenta contra el pudor. ¿Obsceno o pudoroso? Nos decantamos directamente por lo obsceno.

2.- FISICIDAD

La fisicidad de los cuerpos que interactuan en pantalla pero sobre todo, la constante presencia de los paisajes y entornos que imprengnan el relato, son los dos principales ejes sobre los que gira la puesta en escena del cine de Bruno Dumont. Lo suyo no es el relato, la narrativa, no quiere contarnos una historia más que hacernos sentirla. El suyo es un estilo propio e inconfundible, cuyo poder sensorial únicamente puede ser comparado al de su compatriota Philippe Grandrieux (sin el corte experimental que tanto caracteriza la breve pero poderosa obra del responsable de "La vie nouvelle"). El ambiente rural y agreste en donde la mirada de Dumont se envuelve, invoca fuerzas primitivas cuya estimulante poder sensorial únicamente esta dirigido a quienes pueden sentirlo. Es el caso del protagonismo que adquiere la inmensidad de los prados y caminos descampados del norte de Francia en su ópera prima, "La vida de Jesús" (1996) y "La humanidad" (1999).

3.- AUSTERIDAD

Es uno de los directores que mejor filma la frontalidad de los cuerpos desnudos así como su interacción sensual. El suyo es un cine sin máscaras, caracterizado por su crudeza, desnudez y minimalismo. El empleo de actores no profesionales para papeles no convencionales es la mejor prueba de ello. Son antihéroes, gente común, generalmente encarnados por rostros imperfectos, cuerpos extraños, lacerados o ligeramente malformados, seres incapaces de controlar su destino, que en algún momento enfrentan situaciones que los rebasan y los desbordan. La desolación, el desamparo y la impotencia se instala en sus vidas. Factores, todos ellos, tratados de forma austera pero detallada gracias a un minucioso trabajo de sonido y a la frontalidad en la composición de planos cuyo perfecto ejemplo hayamos en el horror en estado puro que se transforma el desierto de California en el que se interna la pareja de "TwentyNine Palms" (2003).

4. NATURALIDAD

Naturalidad transformada en realismo. El ojo de Bruno Dumont  capta lo que otros cortan o directamente no filman. Su realismo prescinde de todo sentido dramático, las imágenes se resisten a transmitir afectos y sentimiento. El paisaje y los personajes parecen estar sujetos a una radical pérdida de sentido, el sexo es siempre retratado de forma mecánica y brutal, sin ninguna connotación afectiva, cultural o social. Una naturalidad, un realismo, despojado de cualquier influencia afectiva que directamente convierte el más primitivo instinto humano en sensación puramente humana del espectador. Es el caso de "Flandres" (2006), un terrorífico estudio bélico-existencial no apto para estómagos débiles. 

5. ESPIRITUALIDAD

La obra completa de Dumont nos traslada su  personalísima exploración del bien y del mal a través del existencialismo espiritual de su personajes. Sus películas muestran sin estridencias las posibilidades del cine, su poder de reflexionar la condición humana, hacer filosofía, psicología o crítica social representando un mundo de imágenes significativas con gran carga espiritual. Es la belleza de nuestro interior según el propio Bruno Dumont, contexto que llevó al extremo en "Hadewijch,"  (2009) un relato del amor cegador de una joven por Cristo, su amante. Una historia sobre aquellos que se sienten prendados y alienados por lo Absoluto y una representación actual del deseo desesperado de amar y ser amado.

6. INVISIBIILIDAD

Al igual que ocurre con Claire Denis, Philippe Grandrieux o incluso, Mia Hansen-Løve, Bruno Dumont es uno de los principales exponentes del nuevo cine galo que lamentablemente sigue inédito en nuestras salas. Cierto es que en el caso de Dumont, si vio la luz la edición en DVD "La vida de Jesús" y "L'Humanite" (Avalon) y en el caso de la directora de "Trouble every day," lo hará, por fin, en celuloide, con "White Material" (Golem). En cuanto a la ex-mujer de Assayas, "Le pere de mes enfants" llegaba hace escasas semanas a nuestras salas gracias al arrojo de Paco Poch. ¿Luz al final del túnel? Esperemos, así sea y también la vea "Hors Satan" (2011).

BRUNO DUMONT EN FILMIN

LA VIDA DE JESÚS

Freddy, un joven del norte de Francia recorre su pueblo y los alrededores en motocicleta junto a sus amigos. Sin trabajo y con un bajo nivel de escolarización observan el tiempo pasar. La vida de Freddy cambiará al entrometerse con Kader, hijo de una familia árabe derivando hasta trágicas consecuencias. La Vida de Jesús fue Cámara de Oro en el Festival de Cannes de 1997.

LA HUMANIDAD

Ganadora del gran premio del jurado del Festival de Cannes de 1999, el cineasta francés Bruno Dumont volvió a sembrar de polémica el panorama cinematográfico internacional con una desgarradora historia acerca de un inspector de policía en el monte de Francia y el asesinato de una menor. Un relato oscuro sobre la humanidad, sus sacrificios y el terror de la culpabilidad. La culpa de nuestra monstruosa naturaleza.


Volver a la Portada de Logo Paperblog