[Disco] Manel - 10 milles per veure una bona armadura (2011)

Segundo asalto, decían Love of Lesbian. Mismas condiciones, mismas tonadas, bucle inacabable y digamos que gracias a seguir los dictados de Guardiola hasta en lo musical (que conste que soy culé), alguien capaz de taladrar a sus jugadores y seguidores varios con el Viva la Vida de Coldplay y conseguir que no se le suicidara ninguno, y seguir a Manel por cuatro versos que le dedicaron en su cumpleaños, me parece poco serio, siempre desde un punto de vista musical y/o cultural, que quede claro.
No restaré méritos, ya que con una base simplona de canciones costumbristas tirando a simplonas, conquistan desde al progre de medio pelo como al más conservador de los de la cuadrilla de CIU, o sea, que no molestan, ni tan solo cuando se nos ponen medio serios en la letra de vergüenza ajena La canço del soldadet.
Excesiva me parece la atención de los medios hacia un disco como este, ya sea toda una mañana con Basté, artículos a doble hoja en los diarios del país e incluso el dia que salía al mercado, Buenafuente se los llevaba a su programa. No es por hacer comparativas, ni tan solo quejas, pero grupos que me parecen más esenciales como Mishima o Mazoni, nunca reciben ni un 10% de la atención que se les presta a ellos.
Seguimos siendo, visto lo visto, un país, pequeño pero país, de zambomba y barretina, y a la que unos cumbas, nos ponen a hacer nos ponen a hacer palmas con canciones de hoguera, reimos la gracia y pasamos por caja.
Todo esto son divagaciones que no llevan a ningún sitio, pero que yo me pregunto, simplemente. Y puestos a encontrar puntos a favor a lo de estos chicos, que no me caen necesariamente antipáticos aunque pueda parecerlo, le he encontrado la pinchabilidad a ese pequeño hurto a los patrones del Pau Riba de Dioptria más unas gotitas electrónicas que es Boomerang, y a la trotona Benvolgut.
Lo que saco de positivo de todo esto, es que la música en catalán se expande, y llega dónde hace años que no llegaba, y además está bien visto y no es ese subterfugio cobijado por la Generalitat, como pensaban muchos de fuera.
Más cansineo del acostumbrado que me hace exclamar : ¡¿Estamos todos locos?!