Disgustos de una chica "Fashion"

¿Quién no se ha quedado con cara de J ante determinadas situaciones de ámbito fashion? A veces comprar en las tiendas de Amancio y CIA contiene sus riesgos. Mientras las famosas coinciden con el mismo "Ato" (vestido en argot popular) de Lanvin, las terrenales, como yo, coincidimos con la misma blazer de 39,95 euros, producto de la globalización. Pero ahí no acaba esto, querid@s.
1. La tendencia que tu has atrapado (y que te pertenece aunque no la hayas patentado) comienza a aparecer en otras personas que detestas.
2. La tendencia (que no olvides, has destapado tú) la usan hasta el empacho y vulgarizan hasta el extremo. Te cabreas, fijo.
3. Llegar a la reunión de trabajo y que una de las presentes lleve tu mísma chaqueta/vestido con el que tu creías que ibas a partir la pana. Inevitablemente piensas: "ja, a mi me queda muchísimo mejor, donde va a parar".

4. Has estado en Shangai, te has comprado la mejor imitación de uno de los bolsos de Hermés (con certificado incluido que te ha dado la china) y llega la petarda de turno y te suelta que es falso. Hundida en la miseria te quedas.
5. Comprar un vestido en TCN y que te salgan bolitas en el algodón a las dos semanas. ¡Coño que cuestan caros!
6. Ir de boda y que la novia de tu ex lleve el mismo vestido que tú. Es lo que me merezco por comprarlo en Zara y ser tacaña. NO es broma, eso lo he visto yo.
7. Que la prenda que tu te has puesto, se hayan descojonado de tí y que ahora esté de moda y se la ponga aquella que se deshuevo de tí. ¡¡A mi eso no me lo vendáis como novedad!!
8. Llevas un pañuelo ideal al cuello y que el modernillo de los pantalones remangados te diga: "uy, es de polyester".
9. Querer hacer una entrada triunfal en una fiesta con tus taconazos y pises una caca de perro ¿SOS? No hay solución, olor como acompañante toda la noche.
10. ¡Aviso! Situación real. Es el día de tu boda, te pones tu vestido de novia maravilloso e irrepetible (o eso creías tú) y te vas camino de la iglesia. La novia que se ha casado una hora anterior y tú coincidís en la puerta con el mismo vestido de Pronovias. Esto sí que es fuerte....

¡¡AY DIOS QUÉ DURO ES SER FASHION!! Al final acabas como las pelis de Almodóvar, veáse "Mujeres al borde un ataque de nervios"