Soy la nota discordante, parece que Tarantino cada vez más consigue aunar buenas críticas tanto a seguidores del cine de culto, como seguidores del cine más comercial. Y es que tanto seguidores del cine como espectadores ocasionales suelen disfrutar de las películas del bueno de Quentin. Incluso como en el caso que nos ocupa se trata de un western, género bastante minoritario.
Django Unchained nos cuenta la historia de Django un esclavo negro durante la época esclavista de Estados Unidos, tres años antes de empezar la guerra de secesión, que con la ayuda de un dentista/cazarrecompenzas alemán, el dr. King Shultz decide buscar a su mujer de la que se vio obligado a separarse cuando su propietario los vendió a amos diferentes. Para recuperarla tendrá que ir a Candyland dónde Calvin Candie se divierte con la lucha de esclavos hasta la muerte mientras desconoce que tiene a la mujer de Django en su servicio.
Nunca había ido a ver una película de Tarantino en el cine. Los que me
conocen sabrán que aunque es un director que valoro, sobre todo sus diálogos y
su elección de banda sonora, me parece un tipo que cogió fama y está viviendo
de esto haciendo una y otra vez la misma película cambiando su contexto. En
esta ocasión el contexto era un western. Me considero una seguidora de todo
tipo de western, ya sea crepuscular, spaghetti o clásico americano. Parecía
probable que me enamorara de esta película, pero una vez más mis expectativas
han jugado conmigo.
El film empieza genial. Homenaje a la película original de Django, una presentación de personajes impecables; y un dr. King Shultz que coge todo el protagonismo. Poco a poco la película se va convirtiendo en una eterna odisea, llena de aventuras entre macabras e hilarantes con un humor negro marca de la casa, hasta llegar a su summun con la llegada a la mansión de Candyland donde les espera un personaje como Calvin Candie. A partir de ahí, la película funciona a fogonazos. Es complicado hacer una película de más de dos horas con un ritmo ágil que no decaiga en ningún momento y en esta ocasión Tarantino no lo consigue. El film se hace largo, y le sobra la última media hora que no es más que alargar un final inevitable innecesariamente.


Como conclusión Django es una película que ha conseguido que los amantes del cine de Tarantino que cada vez son más y más, le gusten los westerns. Pero que a mí como amante de los westerns me ha dejado vacía. Una película entretenida, que a pesar de su metraje y un final alargado no se hace demasiado lenta ni pesada. Pero que siempre me quedará la sensación que se podría conseguir algo más y algo mejor.
Nota: 6/10

