DOCE LUNASROSA RIBASAZUL MARINO
Cartagena Negra nos ha permitido conocer a un buen número de autores y charlar con ellos acerca de sus últimas obras. Una de las autoras que más nos transmitió durante su estancia fue Rosa Ribas, y aquí están sus palabras acerca de Azul marino, la última novela que ha publicado junto a Sabine Hofmann.
1) Esta novela cierra una trilogía, ¿cómo se sobrelleva tener que decirle adiós a un personaje como Ana Martí?
Con cierta pena, porque es un personaje que me /nos ha acompañado durante mucho tiempo, que hemos visto crecer hasta ganar la entidad que tiene ahora. Ha pasado de ser una reportera novata en Don de lenguas a una periodista experimentada en Azul marino, gracias a situaciones durísimas como las que vivió en El gran frío. De hecho, en un principio sólo teníamos pensado escribir Don de lenguas, pero nos pareció que Ana era un personaje que podía tener más recorrido. Por eso se planteó la idea de la trilogía de los años cincuenta. Es un personaje muy querido. Por eso es mejor despedirse de él cuando está en un gran momento. No se merece protagonizar, como otros, series en las que se aprecia que el autor escribe rutinariamente. Es una cuestión de amor por el personaje.
2) Aunque sea difícil elegir entre las tres novelas, ¿qué ha aportado Azul Marino a la trilogía que ahora termina?
La madurez del personaje, por una parte, Por otra, un nuevo juego de perspectivas. Cada novela de la trilogía es diferente por lo que respecta a las voces narrativas. En Azul marino hay un mano a mano entre Ana Martí y el inspector Isidro Castro, dos fuertes personalidades, dos seres muy distintos entre sí, pero en esta novela condenados a entenderse.
3) ¿Por qué han elegido la España de los años 50 como marco novelesco?
Cuando nos planteamos escribir una novela a cuatro manos, teníamos algunas premisas muy claras. Una de ellas era que la lengua y la literatura tendrían un rol central. Pero no queríamos que se convirtiera en una novela de forenses lingüísticos, algo mecánico a lo CSI. Tampoco queríamos ir tan atrás en el tiempo que la protagonista (esa era otra de las premisas, queríamos protagonistas femeninas), pudiera resultar un personaje anacrónico. Poco a poco nos fuimos aproximando a los cincuenta, una época de silencios, de cosas expresadas entre líneas, de palabras prohibidas. El marco ideal para una novela en la que la lengua fuese un instrumento potente en manos de las protagonistas.
4) Usted ha escrito la trilogía junto a Sabine Hofmann, ¿cómo resulta la escritura a cuatro manos, pesa más la complejidad o la satisfacción?
Ambas cosas. Se pasa por muchas fases durante el trabajo. Ha habido momentos en los que han pesado bastante las dificultades intrínsecas de esta forma de creación. Pero al final lo que queda es la satisfacción.5) ¿Dónde ha tenido mejor acogida esta trilogía, en Alemania o en España?
Diría que en España.
6) ¿Con qué disfruta más Rosa Ribas, con la génesis de la creatividad o con el proceso de escritura y redacción?
Me gustan todas las fases. Además, no puedo separarlas. En la fase en la que se genera la historia ya estoy construyendo texto también. Mientras escribo, la reestructuro constantemente.
7) Si le pido que elija entre Ana Martí y Cornelia Weber-Tejedor, ¿podría?, ¿a cuál de las dos le tiene más simpatía?
No, no puedo. Me gustan las dos, las quiero a las dos.
8) El personaje de Castro ha crecido mucho en esta trilogía, ¿volveremos a verlo en alguna otra novela?
Aunque a mí también es uno de los personajes que más me gustan, nos despedimos de él también en esta novela. Con pesar, ya que es quizás el que ha tenido una evolución más espectacular. De personaje “funcional”, ya que necesitábamos un policía que investigase, a co-protagonista en Azul marino.
9) ¿Se atreve a comparar la acogida que tiene el género negro en Alemania y en España?
En Alemania el género negro es desde hace años el género estrella. Tres de cada diez novelas que se editan son de género negro. Se lee mucho, tanto autores alemanes como autores traducidos al alemán, con una clara preferencia por los anglosajones. Por dar otra cifra, la asociación de autores de novela negra en lengua alemana cuenta con unos 700 miembros. En España, aunque el género está tomando mucha fuerza, estamos muy lejos de esta presencia.
10) ¿Cuáles han sido sus principales influencias literarias?
Son tantas que no me atrevo a hacer una lista. Estoy segura de que en cuanto la volviese a leer me llevaría las manos a la cabeza por haber olvidado a algún autor importante, sin cuyo poso no estaría actualmente escribiendo, pero que no tengo presente en este preciso instante.
11) ¿Qué le diría a alguien que no conozca a Ana Martí para que se acerque a sus novelas?
Esto me cuesta siempre mucho, pero podría decir que encontrará novela negra conjugada con novela histórica, en la que hemos puesto mucho empeño en no caer en uno de los vicios de la novela histórica que más detesto, que es convertir la narración en una excusa para dar lecciones. En el centro de las novelas están siempre los personajes de ficción y sus peripecias vitales. Y digo vitales porque, volviendo a las preguntas iniciales, son personajes que para mí han cobrado algo próximo a la vida. En las novelas de Ana Martí queremos que el lector se sumerja en una época, que la viva, la experimente de la mano de sus protagonistas.
12) ¿Cuáles son, si pueden contarse, sus planes literarios a corto o medio plazo?
Actualmente estoy escribiendo una novela corta en la que aúno novela histórica y novela fantástica. Vuelvo a un tema que me interesa mucho como es el de la emigración, pero desde un ángulo completamente nuevo.
ENTREVISTA PUBLICADA EN LA REVISTA SOLO NOVELA NEGRAhttp://solonovelanegra.com/rosa-ribas-entrevista/